No tiene ni una casa en propiedad, pero está valorada en 30.000 millones de dólares, la misma cantidad que la cadena hotelera Starwood, la cual compró recientemente Marriott para alcanzar los 5.700 establecimientos. Es Airbnb, una de las compañías que mejor representa la economía colaborativa, toda vez que saca -legítimamente- buena tajada de ello.
Su último movimiento es una pequeña reinvención: tras coronarse como epicentro de los alquileres de corta duración tanto de casas como de habitaciones, ahora aumenta su papel para convertirse en una suerte de agencia de viajes. Para ello se basa en los conocidos como "anfitriones", que vienen a ser los huéspedes de hasta ahora con nuevos trabajos dentro del propio servicio de Airbnb.
Ahora, además de alojar personas, organizarán visitas guiadas, excursiones, talleres de aprendizaje, etc. Todo con el objetivo de que la experiencia de un viaje incluya también la transmisión de conocimiento de la persona local a los recién llegados, y a través de la plataforma Trip, fruto directo de la adquisición hace un tiempo de la startup neerlandesa Trip4real, que basaba su modelo de negocio a la venta de planes de ocio entre particulares.
El camino para Airbnb no está siendo fácil. En ciudades de varios países se ha visto en conflictos legislativos, la mayoría con origen, como tantos otros actores de la economía colaborativa (BlaBlaCar es su pareja de baile), en vacíos legales o textos que recogen realidades pasadas. Con la llegada de este tipo de compañías y de Internet, los límites simplemente se difuminaron. En el caso de España, Barcelona es el ejemplo más destacado de guerra contra Airbnb.
Ahora, Airbnb amplía el alcance de sus tentáculos. En el momento de su lanzamiento cuenta con 500 "experiencias" repartidas por doce ciudades, pero desde hoy mismo es posible crear más para cualquier particular dentro de las casi cuatro decenas de ciudades en las que opera (Madrid y Barcelona son las españolas que forman parte de la lista). El sector hotelero tiene ahora otro motivo más para preocuparse. Próximamente, la plataforma también permitirá alquilar coches o comprar billetes de avión.