Cuando todos los coches en la carretera sean autónomos la conducción no tendrá personalidad, no tendremos que preocuparnos por si el que pilota el coche al lado está enfadado o cansado. Los coches circularán de una forma muy ordenada por las carreteras, una gran ventaja desde el punto de vista de la seguridad y es que los seres humanos somos irracionales y cometemos imprudencias. Pero, ¿podría el coche autónomo adaptar ligeramente tu estilo de conducción para que te sientas más cómodo?
¿Cuántas veces te ha pasado que te has montado en el coche de otra persona y su estilo de conducción te hace ir incómodo o inseguro? En la Universidad de Berkeley, un grupo de investigadores han logrado reunir información acerca de los controladores humanos dentro del coche autónomo para poder, gracias a un proceso de aprendizaje, conseguir que el coche se adapte a los gustos de sus ocupantes.
En general, los robots reúnen información acerca de los seres humanos de una forma pasiva tratando de imitar lo que hacemos para tratar de intuir lo que haremos a continuación. El problema es que este enfoque es un poco limitado porque no siempre hacemos las cosas que proporcionarían la información más útil.
No se trata de conseguir coches autónomos temerarios porque su conductor practique una conducción muy agresiva. El modelo quiere detectar patrones sencillos pero que ayudan a que el usuario gane confianza en su vehículo. Por ejemplo, ¿cuánta distancia de seguridad acostumbras a guardar? Si eres un conductor precavido quizá guardes siempre unos metros adicionales por si acaso y es más que probable que si el coche con el que circulas lo hace muy cerca del que te precede, no vayas cómodo.