La frontera mexicana es punto de encuentro de millones de trágicas historias que mueven a las personas a intentar cruzar hacia los Estados Unidos, huyendo así de una vida de pobreza y violencia, esperando encontrar una vida mejor. Quienes ingresan por esta frontera principalmente son mexicanos y centroamericanos, pero esta vez un amplio grupo de ciudadanos haitianos se encuentra varado en un ambiente hostil, hacinado y racista esperando poder cruzar hacia el norte.
La ola de migrantes que llegó en las últimas semanas a la frontera mexicana espera poder entrar a Estados Unidos con una visa humanitaria o en calidad de asilados políticos. De acuerdo con Proceso, la ola de migración en las ciudades fronterizas comenzó en mayo de este año y desde septiembre la situación sólo ha empeorado pues el gobierno de Estados Unidos decidió limitar la entrada de haitianos refugiados a sólo 50 diarios.
El terremoto del 2010 en Haití, donde murieron 360.000 personas y que devastó el país más pobre de América Latina y el Caribe trajo consigo más pobreza, enfermedad y una de las crisis humanitarias más graves de la historia reciente. Países como México, Estados Unidos y otros de la región ofrecieron ayuda a los afectados. Fue especialmente solidario Brasil, quien recibió a miles de afectados, sin embargo, debido a la reciente crisis económica y política por la que atraviesa el país sudamericano la ayuda tuvo que ser suspendida.
Mientras tanto, las autoridades mexicanas les han concedido permisos para residir en el país por un corto periodo de tiempo y les ayudan a concretar citas con las autoridades migratorias de Estados Unidos. Como ciudades fronterizas, Mexicali y Tijuana están acostumbradas a recibir migrantes, no obstante, esta vez la situación ha rebasado la capacidad de los refugios, albergues y comedores operados por la sociedad civil y los grupos religiosos.
Sin embargo, no todos han mostrado solidaridad o empatía. La situación ha visto nacer miles de comentarios racistas en las redes sociales y a un grupo de personas llamadas Frente Nacionalista de México que buscan expulsar a estas personas del país bajo la excusa xenófoba de no quieren repetir la experiencia europea, donde, según sus palabras, los migrantes delinquen y provocan “ataques contra las mujeres.”