Menos del uno por ciento de toda el agua del planeta está disponible para uso humano, según datos de WaterSense, un programa de colaboración de la Agencia Medioambiental de los Estados Unidos (EPA). La agencia afirma que el 99% restante es agua salada de los océanos, agua fresca congelada en los casquetes polares o agua inaccesible para su uso práctico. El agua potable es un bien preciado y escaso por ello se debe fomentar el ahorro y Ford quiere reducir el consumo de agua potable para crear vehículos como parte de su programa para reducir los residuos.
El objetivo en 2020 para las fábricas de Ford es reducir el consumo de agua por vehículo fabricado en un 72% y así ahorrar casi 400.000 millones litros de agua desde el año 2000. Es decir, si en el año 2000 se usaban 3,7 litros de agua por cada coche fabricado, en 2020 la marca solo quiere gastar uno. Multipliquen esto por los millones de coches producidos en 20 años por un fabricante de la envergadura de Ford y sale un dato muy interesante.
Ford ha ahorrado 377 millones de litros de agua entre 2000 y 2015, reduciendo el consumo en un 61 por ciento, cantidad suficiente para llenar 15.000 piscinas olímpicas. Al conseguir ese objetivo en 2013, Ford se ha adelantado a su objetivo de reducción de gasto agua en dos años.
Ford ha logrado reducir su consumo de agua mediante la implementación de novedosas tecnologías como su proceso de pintura de tres capas y de lubricado mínimo, ahorrando cientos de miles de litros de agua al año. La compañía seguirá desplegando nuevas estrategias que permitan reducir considerablemente el uso de agua. Ford también realiza estudios constantes para determinar qué procesos puede aplicar para reducir el consumo de agua.
La marca del óvalo azul es una de las ocho compañías que han recibido una “A” por parte de CDP, la única agencia global de garantía medioambiental, por sus acciones destinadas a la conservación del agua.