Fotografía: Visa.

La penetración del comercio electrónico mobile depende, prácticamente en su totalidad, de la tecnología y de los medios disponibles. Como es lógico, los medios de pago, el uso de smartphones y el estilo de vida de la sociedad en cuestión son altamente determinantes.

Siendo una industria aún joven en todo el mundo, incluso en los países más desarrollados y tecnológicos, hay lugares en los que aún es mucho más incipiente. Desde que en 1984 se tuviese una de las primeras experiencias de e-commerce, al menos en teoría, hasta hoy, la facturación ya asciende a más de 300 trillones de dólares. Alcanzando casi el 10% de la cuota mundial de productos vendidos al cierre de este año. Con China y Estados Unidos a la cabeza, donde casi el 40% de las compras se hacen a través de Internet, pocos competidores hay que les rocen ni de lejos.

Pero, ¿qué ocurre con Latinomérica? Brasil, por población y extensión, se encuentra a la cabeza de la lista. Y sumado a este, Argentina y México son los que tienen más expectativas de crecimiento a largo plazo. Según el informe de Forrester Research, hacia 2018, el conjunto de estos tres países logrará doblar su facturación en cuando a comercio electrónico llegando hasta los 47.000 millones de dólares. Y es toda una proeza, puesto que en México las operaciones de este sector para las empresas del país no llegan ni al 2% según la Asociación Mexicana de Internet.

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El idilio con la tecnología mobile

Uno de los mayores problemas de Latinoamérica es su bancarización. Lo que para otros países sería impensable, para México, Chile o Colombia es una realidad del día a día. Casi el 60% de la población no tiene una cuenta bancaria, lo que supone que los pagos en la mayor parte de las ocasiones o se hacen en efectivo o no se hacen. Y eso, para el e-commerce no es bueno. De hecho, para todas las grandes tecnológicas que han aterrizando en Latinoamérica, incluido Amazon, el e-commerce por excelencia, se han tenido que enfrentar a este dato y sortearlo lo mejor posible. La industria de pagos móviles, con Visa a la cabeza, debe conquistar y cortejar cada país uno por uno: un reto y una oportunidad a partes iguales.

Pero independientemente de esto, la tecnología mobile sí que es una realidad en Latinoamérica: cuenta con más de 340 millones de usuarios de teléfonos móviles. Concretamente en México, en donde la cifra ronda el 90%, casi el 60% pertenece a la gama de los smartphones. Un país bastante rezagado y en donde Samsung y Apple tienen cuotas perdedoras en detrimento de gamas mucho más baratas y sin medios de pago digitales. De esto se extrae una conclusión: de momento, la tecnología NFC no es una realidad.

Aun así, las ventas a través de un móvil guardan varios hitos. Casi el 10% de las ventas de MercadoLibre, el e-commerce nativo más popular en Latinoamérica, se realizaron a través de este tipo de dispositivos. O Groupon, que ha registrado casi el 10% de sus operaciones en este campo.

En términos generales, los retos de la tecnología móvil en Latinoamérica pasan por una mayor penetración de la banca digital, un aumento del ancho de banda que dista Estado de la tecnología mobile para el comercio electrónico en Latinoamérica de alcanzar el 4G en todas sus geografías y un cambio en la cultura que se abra a las nuevas tendencias del mercado.