Hace más de trescientos años antes del nacimiento de cristo, Aristóteles pensó que la humanidad necesitaba aprender muchas cosas para poder progresar como especie y como sociedad. Al no encontrar a su alrededor suficientes mentes capaces de emprender esta tarea, simplemente decidió inventar todas estas cosas él mismo.
No contento con revolucionar la ciencia, la filosofía y la política para siempre, Aristóteles también influenció el futuro del arte al reflexionar sobre la estética, la belleza de naturaleza subjetiva y pensar cuál sería la manera más efectiva de contar una historia. Así, se convirtió en el responsable de inventar la clásica estructura argumental de tres actos.
Por cientos de años, la literatura y el teatro estuvieron regidos por este esquema. Más tarde, esto también ocurriría con el cine; tanto así que muchas películas de Hollywood están planificadas al segundo para cumplir con el modelo aristotélico. Incluso en cintas con un estilo de narrar poco convencional se observan influencias de este estilo de contar historias.
Gracias a la rápida evolución del séptimo arte, varios cineastas han encontrado formas novedosas de organizar y expresar los eventos que constituyen sus obras. Ya sea para lograr un efecto específico en el espectador o para dotar de fluidez y ritmo a una película, existen múltiples estructuras narrativas complejas que sirven de base para excelentes filmes.
A continuación verán diez cintas que, como hicieron Pulp Fiction y Memento en su tiempo, desafían los modos convencionales de contar una historia.
10. 21 Gramos
Decir que los guiones de Guillermo Arriaga son intrincados es ser muy sutil. Sin embargo, la mayoría de las veces logran su objetivo al esquematizar una sorprendente historia que se narra con paciencia y maestría. Solo al final nos damos cuenta de las verdaderas implicaciones de lo que se cuenta.
En 21 Gramos la vida de una familia es destrozada luego de un accidente de tránsito, propiciado por la coincidencia de incontables pequeñas variables. El filme estudia las consecuencias caóticas del azar en un mundo a su merced y la relación del ser humano con la muerte.
La edición salta entre pasado, presente y futuro sin previo aviso. Es nuestro trabajo armar el rompecabezas argumental usando la lógica. Todo va tomando forma poco a poco para desembocar en un final apasionante.
9. Irreversible
El director francés Gaspar Noé disfruta de alejarse de lo usual para desarrollar su excepcional estilo. En esta cinta explora las consecuencias de una trágica violación que causa estragos en la vida de todos los involucrados.
Similar a lo que sucede en Memento, la cinta comienza por el final de la historia y se va abriendo camino hasta llegar al principio. Como señala Roger Ebert en su reseña del filme, esto causa un efecto totalmente distinto del que hubiera tenido si Irreversible hubiera sido narrada tradicionalmente. La horrible violación no se convierte en el clímax, sino en mero catalizador de los eventos que ya vimos. El verdadero punto en donde se concentra el poderío de la narración es en el amor antes de la catástrofe de la pareja protagonista.
La forma de grabar es totalmente caótica, llegando a lo salvaje. Lo interesante es que el nivel de intensidad va bajando a medida avanza la trama. Comenzamos al tope de la barbarie con la cámara volando por todos lados sin control. Mientras nos acercamos a la normalidad previa al suceso, los planos son más convencionales al nivel de adrenalina estar bajo.
8. Mr. Nobody
Nemo Nobody es un hombre capaz de recordar todas las posibles vidas que pudo haber tenido. No sabemos cuál fue la que vivió él en específico, pero esto no importa; la infinitud de permutaciones es lo que interesa a los realizadores de esta cinta.
Mr. Nobody es estructurada por varios fragmentos de cada una de estas vidas alternas. Navegamos por un mar de variables mientras vemos como el protagonista se confunde por la causa detrás de cada evento responsable por definir parte de su existencia.
Debido a su longitud temporal y narrativa dinámica, Mr. Nobody es capaz de explorar varios temas filosóficos mientras cuenta una interesante historia.
7. The Tree of Life
Siendo uno de los exponentes más destacados del cine del siglo XXI, The Tree of Life ostenta una estructura narrativa propia y novedosa. En un intento de explorar la vida de Jack, luego de la trágica muerte de su hermano menor, con todo lo que esto conlleva, Terrence Malick orquesta una sinfonía de la existencia que contiene la esencia de la humanidad en ciento treinta y nueve minutos.
Luego de un increíble montaje acerca de la creación del universo, observamos la infancia del protagonista. No existe una cronología determinada, lo linear no se toma en cuenta. La estructura de la cinta está compuesta de momentos específicos en vez de estar ordenada por sucesos.
No existe otra película con un ritmo tan fluido e hipnotizante. Muchos directores de cine afirman que el séptimo arte tiene más en común con la música que con la literatura. Terrence Malick demuestra este argumento al componer una obra que desafía los límites de lo que una pieza audiovisual puede llegar a ser.
6. The Mirror
Siendo una de las influencias más evidentes de The Tree of Life, The Mirror también ostenta una estructura narrativa compleja, ideal para resaltar la serie de momentos fantásticos y a veces místicos que componen la cinta. Los eventos son inspirados en la vida del director Andrei Tarkovski, lo que la hace una intrigante película autobiográfica.
Las hermosas imágenes características de la filmografía de Tarkovski se suceden en un orden intrincado. Observamos el pasado de la madre del protagonista, luego el presente de la vida del autor, después partes de su niñez. Las escenas toman un sentido distinto dependiendo de cuál vaya antes y cuál después.
La oleada de sentimientos que quiere expresar el autor es tan masiva que llega a asfixiar un poco el entendimiento del espectador; por esto, muchos aconsejan que debe ser vista por lo menos dos veces para poder asimilar el verdadero poder de The Mirror. Considerada una de las mejores, si no la mejor, del magistral director ruso, esta cinta merece un puesto entre los clásicos esenciales del cine.
5. I'm Not There
Las películas biográficas suelen seguir un modelo bastante rígido y formal para evitar plasmar la vida del protagonista de forma equivocada. Este no es el caso de I'm Not There, en la cual se cuenta la carrera de Bob Dylan, el músico que influenció a toda una generación de artistas.
Varios actores interpretan a Dylan en diferentes facetas de su vida. Lejos de ser un relato histórico, este filme presenta los múltiples aspectos del autor al mismo tiempo. La edición conecta los hilos argumentales algo a la fuerza, pero termina siendo efectivo.
La actriz Cate Blanchett interpreta a Bob Dylan (al igual que Christian Bale y Heath Ledger) en su etapa más memorable, la del estrellato de los sesenta. Vemos este periodo en blanco y negro y cargado con escenas subreales. I'm Not There es un caótico retrato de la vida de uno de los artistas más grandes del siglo XX.
4. Code inconnu
Pocos cineastas pueden presumir de haber llegado a la maestría cinematográfica que Michael Haneke ha alcanzado. La mayoría de sus cintas son excelentes y Code inconnu no es la excepción.
Es narrada de manera fragmentada mientras intenta contar la vida de varios individuos provenientes de distintas culturas que coinciden en la París del siglo XXI. El ritmo de la película es ideal para expresar con dinamismo las existencias interconectadas de los personajes.
Con una excelente interpretación protagonista de Juliette Binoche, Code inconnu pinta un intrigante y complejo retrato sobre el multiculturalismo que experimenta la sociedad moderna.
3. We Need to Talk About Kevin
A primer vista, la trama de esta película parece bastante simple, pero es la manera de contarla lo que la hace excepcional. La vida de Eva se torna miserable luego de dar a luz a su primer hijo, un pequeño llamado Kevin. Mientras este va creciendo, la relación con su madre se deteriora hasta que ambos sienten un profundo resentimiento el uno hacia el otro.
Este odio disfrazado crece tanto que comienza a afectar a todos los que viven alrededor de esta relación dañina. Para mantener oculto el misterio que se revela al final, la directora Lynne Ramsay eligió alterar la temporalidad de su narración. El personaje principal (interpretado por Tilda Swinton) queda completamente desarrollado a raíz de esta manera de contar su vida.
Podemos seguir con facilidad los repentinos cambios personales dependiendo del corte de pelo de la actriz principal, el cual nos indica, junto con otros detalles, en qué fase de su vida nos encontramos. Un uso del color alucinante acompaña a la maravillosa e inusual narrativa.
2. Otto e Mezzo
La obra maestra de Fellini fue una de las primeras pioneras en proponer un estilo de narración alternativo al clásico lineal de tres actos. El estilo onírico de este director es perfecto para adentrarnos en la mente de Guido Anselmi, un cineasta acosado por visiones de su pasado y ansioso por lo que le pueda deparar el futuro.
Toda la cinta gira alrededor de Guido sin seguir un orden específico, viajamos por su niñez, pasando por sus arrepentimientos de mediana edad, sus constantes frustraciones creativas y lo que parece conllevar más importancia para él, sus relaciones con las mujeres.
El tono surrealista es el rasgo más reconocible de este inmortal clásico del cine. Combinado con una narración más preocupada de construir un mundo propio que de llegar a un objetivo fijo, Otto e Mezzo es un intrigante viaje por la mente humana que desemboca en uno de los mejores finales de todos los tiempos.
1. Enter the Void
En un intento de simular el viaje de una conciencia sin cuerpo por el éter del mundo, Gaspar Noé desafía cualquier estructura narrativa existente para traernos la pieza cinematográfica que más se asemeja a un viaje de LSD.
Luego de ser asesinado por la policía, el narcotraficante estadounidense con estadía en Japón, Oscar, comienza su viaje astral buscando reencarnarse. Basada en el libro tibetano de los muertos, la trama de Enter the Void nos muestra la perspectiva del protagonista mientras recuerda su vida, sus errores, sus alegrías, y decide buscar un nuevo cuerpo que habitar.
La cinematografía del filme es impecable. Las combinaciones de colores, de luces, de patrones y un ejemplar uso de la composición, hacen que el aspecto visual de esta cinta sea excelente, además de ostentar una belleza y un simbolismo que enriquecen mucho la experiencia.
Merecedora de todo tipo de elogios, Enter the Void merece ser estudiada en todas las escuelas de cine del mundo.