Entre el 29 y el 30 de octubre de 2011 se cumplía en nuestro pequeño planeta un hito histórico: nacía la pequeña Danica-Mae Camacho. Esta es considerada el ser humano número 7.000 millones. Por supuesto, esta decisión es meramente simbólica pues se estima que cada minuto nacen en torno a los 350 bebés por todo el mundo. Desde entonces la población mundial no ha hecho más que crecer. Somos muchísimos más que hace doscientos años. Pero probablemente seamos una cantidad masivamente mayor en las décadas que están por venir. Las previsiones estiman que conviviremos con 9.000 millones de personas en 2050. ¿Cómo vamos a afrontar estas expectativas de vida?

Calculando la población mundial

Como imaginaréis, los cálculos no se realizan contando uno a uno a todas las personas que habitan el mundo. Eso sería bastante ineficiente. Para poder calcular el número de personas existentes en el mundo se usan fórmulas como las de crecimiento demográfico (crecimiento absoluto de una población, crecimiento anual acumulado y otras). Estas fórmulas usan los números que tenemos y las tasas de crecimiento y muerte para hacer una proyección en el tiempo. Otra manera de estimar la población mundial existente en un momento dado es hacer los cálculos a partir de los censos y la densidad poblacional. Como imaginaréis, esta no es una tarea nada, nada fácil y requiere del esfuerzo conjunto de organizaciones gubernamentales, asociaciones y expertos de todo el mundo.

Población mundial

Actualmente, en base a los cálculos del despacho de Censos de Estados Unidos, hay unos 7.339.421.900 seres humanos (y subiendo) en el mundo. Como decíamos, se estima que nacen unas 350 personas cada minuto, mientras que mueren unas 115. Por supuesto, todo esto son cifras aproximadas. Pero nos da una idea de lo rápido que estamos creciendo. Estas cifras y modelos, por supuesto, han inspirado a expertos de todo el mundo a expandir sus previsiones mucho más allá. Según las previsiones, para el año 2050 se esperan 9.700.000.000 personas habitando el planeta. Una cifra que resulta abrumadora desde cualquier punto de vista.

La población por el mundo

Pero antes de entrar en una cuestión inquietante, sigamos hablando un poco de las estadísticas. Actualmente los cinco países con más población son China, India, Estados Unidos, Indonesia y Brasil. China, a solas, cuenta con más de 1.370 millones de personas. India, sin embargo, le sigue muy de cerca con 1.320 millones de personas. Estos dos países superan con creces a cualquier otro en el ranking (el siguiente, EEUU tiene unos 300 millones de personas). Según las estimaciones, India ganará a China en población a partir de 2030, alcanzando los 1.500 millones. En 2050 alcanzará los 1.700 millones. Nigeria, por ejemplo, se espera que escale puestos en esta lista, mientras que Brasil irá descendiendo lentamente y EEUU se mantendrá en su posición. México, se espera, alcanzará 1.630 millones de personas en 2050 mientras que España raspará los 45 millones. Ni qué decir tiene que estas previsiones solo tienen en cuenta los movimientos demográficos en el mejor de los casos.

2050 y los recursos

Dejemos de evitar la terrible cuestión: ¿qué supone convivir en nuestro pequeño planeta con otros 9.000 millones de personas? Es una respuesta muy difícil de contestar. Algunas organizaciones como la WWF realizan cada cierto tiempo informes de proyección de recursos. El de la WWF/Adena en concreto es un informe bastante general y completo que revisa datos de todo tipo: producción agrícola, recursos alimenticios, producción y contaminación por CO2, agua potable, desperdicios... Por supuesto, la tarea de contemplar objetivamente tantos datos no es nada, nada sencilla. Pero al menos nos podemos hacer una idea ligera del estado en el que podríamos encontrarnos de aquí a cuarenta años. Según su informe, en 2050, si continuamos con el mismo tipo de crecimiento y las políticas actuales, la población mundial consumirá los recursos de dos planetas como este en el que vivimos.

Fotografía: blvdone - Shutterstock
Fotografía: blvdone - Shutterstock

La estimación parece excesivamente concisa. Pero claro, se refiere a los cálculos hechos en el estado actual de producción con respecto a 2050. Realmente tampoco sabemos cómo variarán la producción de recursos puesto que aspectos como la ingeniería genética, la producción agrícola o la obtención de agua potable han evolucionado enormemente en los últimos años. Así, por desgracia, la estimación de los recursos necesarios para 2050 probablemente no sea demasiado precisa. Pero nos hace darnos cuenta de la necesidad de cambiar modelos de explotación, reciclaje, uso de tierras, políticas... Según multitud de indicadores (biodiversidad, calentamiento, índices de gases...) el planeta está sufriendo un estrés sin precedentes debido a su intensidad. Si esto no nos sirve como señal, los números deberían funcionar como apoyo. Y es que no sabemos realmente qué ocurrirá de aquí a 2050. Pero ningún pronóstico habla de lo cómodos y bien que viviremos. Eso debería significar algo.