Hacer una larga caminata, una que nos tome varios días, digamos para este ejemplo de 100 kilómetros, nos ayudará a entender lo que se quiere decir con los dos "yos" que nos habitan. Cuando se realiza el trayecto, la experiencia puede no ser de lo más agradable: cansancio, sed, hambre, calambres; además está la intensa lucha mental que se tiene que superar para alcanzar metas como esta. Sin embargo, y quien haya hecho este tipo de caminatas o quien haya corrido un maratón o, simplemente, quien haya tenido una relación amorosa que ya terminó, sabrá bien que al pasar ese evento lo que queda es el recuerdo de eso que se vivió y esto muchas veces es un "engaño". Me explico.
¿Por qué cuando recordamos la larga caminata, el maratón o la relación estamos cayendo en la "trampa de los yos"? Porque según Daniel Kahneman existen dos "yos" que nos habitan: el yo de la experiencia y el yo de la memoria. Con ambos "yos" interpretamos lo que vivimos, es decir, con el primero cómo somos felices EN la vida y con el segundo ACERCA de nuestra vida. Esta abismal diferencia es la que llamamos aquí "trampa" y esto porque muchas veces la experiencia puede no ser lo más satisfactorio, como decíamos sobre la caminata y sus múltiples dificultades, sin embargo, el terminar la meta, el cumplir nuestro objetivo le da un significado distinto y nos hace recordar la caminata con el yo de la memoria, con la cual convertimos los malos ratos en parte del triunfo y lo atesoramos de forma muy distinta en nuestros recuerdos.
¿Qué nos hace más felices, la experiencia o la memoria? ¿Es mejor el trayecto que la meta? Bajo la perspectiva de Kahneman ambos aspectos son importantes y nos dan distintas grados de bienestar. Y va más allá, pues propone el ejercicio siguiente: imagina que puedes ir a cualquier lugar de vacaciones, ¡a cualquiera!, con la única condición de que una vez de vuelta olvidarás todo lo ocurrido. ¿Qué tal, aceptarías esta propuesta? Nadie dice que no disfrutarás tu estancia en ese lugar soñado y que siempre has querido visitar, pero ¿de qué puede servirte si no lo recuerdas? Con este ejemplo nos pone en perspectiva la importancia de los dos "yos" y, como decíamos, de su gran "trampa".
También nos pone a recapacitar que el yo de la experiencia se dedica a buscar el bienestar en la vida, es decir, disfrutar el momento, disfrutar la comida, la compañía, los paisajes, las decisiones que tomamos porque esto también incide directamente en el otro "yo", el de la memoria y, en todo caso, este nos dice si somos felices acerca de nuestra vida. Es por esto que una mala experiencia nos puede arruinar el recuerdo de un evento y viceversa.
Veamos cómo funciona lo anterior con ejemplo universal: Homero Simpson en Nueva York. Recordemos que la Gran Manzana significaba para Homero una terrible ciudad debido a su experiencia previa en ella. En su memoria no había recuerdo alguno que le trajera placer, por el contrario. Así que cuando se ve obligado a ir a dicha ciudad le advierte a su familia que es la ciudad más peligrosa de todas, es decir, el yo de la memoria toma el control de la situación y, efectivamente, una vez en la ciudad repite sus horrorosas experiencias: todo le sale mal y vuelve a sufrir. Por el contrario, los demás miembros de la familia no se ven afectados por los recuerdos y advertencias de Homero y tienen una buena experiencia (y un buen recuerdo) de lo que vivieron ahí.
Con esto podemos darnos cuenta cómo ese yo de la memoria también puede afectar nuestra experiencia y cómo una mala experiencia incide directamente en nuestro recuerdo, al grado de empañar incluso lo bueno o satisfactorio que pudimos vivir. Así pues, esta es la "trampa de los dos yos que nos habitan" y queda el ejemplo para aplicarlo a nuestra vida y experiencias para comprender su influencia en nosotros.
Daniel Kahneman es un psicólogo estadounidense-isrealí que, además es el autor, junto a Amos Tversky, de la teoría de las perspectivas; trabajo que les valió el Premio Nobel de Economía en 2002. La famosa TED Talk El enigma de la experiencia vs. memoria nos habla de esto mismo y sobre otros tópicos sobre la felicidad que la vuelven una conferencia más que recomendable.