De forma muy básica, las computadoras análogas u ordenadores reales son aquellas que utilizan los fenómenos físicos tales como magnitudes eléctricas, mecánicas o hidráulicas para modelar los problemas y resolverlos; al contrario de las computadoras digitales que utilizan signos abstractos para sus cálculos y no tienen similitud con la realidad que representan.
Un ejemplo de una computadora análoga es la regla de cálculo, cuya finalidad es facilitar la realización de operaciones aritméticas complejas y es mayormente utilizada en la ingeniería civil, electrónica, construcción, aeronáutica, aeroespacial y en el ámbito financiero. Otra es la pantómetra, también utilizada para realizar cálculos y resolver problemas de proporción, así como para la trigonometría, multiplicación, división, y para diversas funciones, tales como cuadrados y raíces cúbicas. Su uso se extendió desde el siglo XVI a principios del siglos XIX.
Pero en el mundo de las computadoras análogas no todo son regletas para facilitar los cálculos matemáticos complejos; con el paso del tiempo, este tipo de ordenadores han tenido diversas aplicaciones tales como el Deltar, utilizado desde 1960 hasta 1984 para predecir los efectos de las presas, diques y barreras para mareas en los estuarios de los ríos Rin, Mosa y Escalda.
Así como el Torpedo Data Computer (TDC) un ordenador analógico electromecánico utilizado en la Segunda Guerra Mundial que realizaba los cálculos trigonométricos necesarios para saber los cursos de intercepción de objetivos para los torpedos. También tenía una interfaz electromecánica de los torpedos, lo que le permitía configurar automáticamente los cursos de los torpedos mientras que estaban todavía en sus tubos listos para ser disparados.
Un viaje en el tiempo
Antes de estas computadoras análogas, las actuales y las mencionadas anteriormente, existieron las primeras de su tipo hace varios siglos; tal vez más de lo que se pueda creer de primera impresión. Es por esto que será un viaje en el tiempo para conocer algunos artefactos de lo más interesantes y que son consideradas como las primeras computadoras análogas.
Mecanismo de Anticitera
Este artefacto debe su nombre al lugar donde fue descubierto, en las aguas de la isla griega de Anticitera. Fue descubierto durante 1900 y 1901 en un antiguo naufragio y aunque se recuperó en diversos fragmentos, se ha podido descifrar su funcionamiento gracias a diversos estudios científicos. El mecanismo data de entre los años 150 a. C. y 100 a. C., algunos autores incluso hablan de 200 a. C.
Se cree que fue diseñado para predecir posiciones astronómicas y los eclipses de hasta diecinueve años con propósitos astrológicos y calendáricos, y predecir también la fecha exacta de seis certámenes griegos antiguos: los Juegos de Olimpia, los Juegos Píticos, los Juegos Ístmicos, los Juegos Nemeos, los Juegos de Dodona y los de la isla de Rodas. Las piezas están hechas de aproximadamente 95% cobre y 5% estaño.
La complejidad y la avanzada tecnología del mecanismo de Anticitera no tiene precedentes, lo que sugiere que los mecanismos anteriores a este muy probablemente no han sido descubiertos. Por otra parte, también se ha observado que esta tecnología se perdió en algún momento sin que se vieran mecanismos tan avanzados como este hasta el desarrollo de relojes astronómicos en Europa durante el siglo XIV.
Astrolabio
El astrolabio es sin duda un dispositivo fascinante, su uso se extendió desde la época clásica y varios siglos después, hasta el Renacimiento, fue usado tanto por los estudiosos griegos del periodo elenístico como por aquellos de la Edad de Oro del islam. Durante este amplio periodo se perfeccionó el mecanismo en sus partes y materiales. Fue utilizado principalmente para la astronomía, navegación y para la astrología. Con los astrolabios se podía predecir las posiciones del Sol, la Luna, los planetas y las estrellas.
Este astrolabio del que se habla no debe confundirse con el astrolabio marinero, usado para averiguar la latitud geográfica de un lugar. Existe cierto consenso sobre que el inventor de este mecanismo fue Apolonio de Perge alrededor de 220 a.C., aunque también se atribuye a Hiparco, un astrónomo, matemático y geógrafo griego creador del primer catálogo de estrellas y descubridor de la precesión de los equinoccios.
Como se menciona líneas arriba, muchos científicos se unieron al estudio y perfección del astrolabio y crearon importantes tratados sobre este mecanismo. En el mundo islámico medieval, por ejemplo, astrónomos musulmanes introdujeron escalas angulares para el astrolabio y otras modificaciones que hicieron de este un instrumento utilizado ampliamente en la astronomía, la astrología, la navegación, la topografía y para orientar el Salat.
Planisferio celeste
El predecesor del planisferio es el astrolabio, se trata de un mapa de estrellas que fue inventado por Al-Biruni a principios del siglo XI. Los planisferios celestes se ajustaba para mostrar las estrellas visibles en cualquier fecha y hora. Este planisferio es el predecesor de los planisferios modernos y consta, básicamente, de un par de discos ajustables que giran en un eje común; son ideales para conocer el nombre de las estrellas y de las constelaciones.
De mecanismos análogos
Estos son solo algunos de las computadoras análogas de la antigüedad y de las que han existido a lo largo de la historia. Otras que se pueden mencionar son: la máquina para predecir mareas diseñada por William Ferrel a finales del siglo XIX, así como la Dumaresq, inventada en 1902 por John Dumaresq para fines militares pues ayudaba a manejar las variables del sistema de control de fuego, así como otra creada para este mismo fin por Arthur Pollen en 1912 utilizada durante la Primera Guerra Mundial por la Armada Imperial Rusa.
Otros mecanismos análogos han surgido a través de la historia y algunos se siguen utilizando, aunque, por ahora, nos quedamos con la fascinación por estas invenciones que no dejan de maravillarnos por el ingenio y avance tecnológico predecesores de muchas de los modernos dispositivos que disfrutamos hoy en día.