La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado al continente americano como la primera región libre de sarampión.
Este caso de éxito en materia de salud pública comenzó en 1994 con la meta de eliminar para el 2000 los casos de sarampión en niños. Dos epidemias, una en Venezuela en el 2002 y otra en Brasil entre el 2013 y el 2015, retrasaron la meta.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) la vacunación ayudó a prevenir 3.2 millones de casos y 16.000 muertes. Antes de la década de los noventa, la enfermedad causaba 2.6 muertes mundiales al año.
Los países integrantes de la OPS lanzaron campañas nacionales destinadas a promover la vacunación entre niños de 1 a 14 años, el objetivo era hacer que el 95% de esa población estuviera vacunada. Anteriormente, América también ha sido la primera región en eliminar la viruela, la poliomelitis, la rubéola y la rubéola congénita.
Con todo y el logro, el director adjunto de la OPS, Francisco Becerra advirtió que la población americana no debería confiarse y dejar de vacunarse pues en el resto del mundo la enfermedad sigue presente y podría presentarse una epidemia nuevamente a causa de un caso importado.
El sarampión es especialmente mortal para los niños pequeños. Por suerte, en 2014, a nivel mundial el 85% de los menores de un año recibieron la vacuna.