Durante los Juegos Olímpicos de Rio presenciaremos decenas —e incluso miles— de historias de superación, lucha y perseverancia. Todos los atletas presentes en la capital brasileña han luchado durante la mayor parte de su vida para alcanzar el lugar que actualmente ostentan, pero pocas historias resultan tan sorprendentes y gratificantes como la de la nadadora olímpica Yusra Mardini.

El estallido de la Guerra Civil Siria cambió la vida de Yusra Mardini para siempreEsta joven de solo dieciocho años de edad nació en Damasco, donde destacó por sus excelentes resultados académicos y entrenó natación con el apoyo del Comité Olímpico Sirio. Su trabajo llevó a Yusra Mardini a participar en 2012 en los Campeonatos Mundiales de Natación en tres disciplinas diferentes. Su presencia en futuros campeonatos de natación parecía asegurada.

En cambio, en 2015, su vida sufrió un giro de 180 grados. Como consecuencia de la Guerra Civil Siria, su casa y gran parte de su vida fue destruída, obligando a Yusra y su familia a huir de Siria durante el verano de 2015. Llegaron hasta Turquía, donde lograron introducirse en una embarcación junto a unos veinte refugiados —a pesar de que la embarcación estaba preparada para transportar a seis personas—. El próximo objetivo: llegar a Europa y rehacer sus vidas lejos de la inestabilidad siria.

Yusra MArdini

Pero justo en ese instante, tras treinta minutos de viaje, el motor de la embarcación comienza a fallar. En pleno Mar Egeo, Yusra Mardini y el resto de los tripulantes de la embarcación se encontraban al borde de la muerte. La embarcación comenzaba a sufrir problemas para mantenerse a flote, y el solitario Mar Egeo complicaba aun más la situación.

Tras media hora de viaje, el motor de la embarcación falla y el agua comienza a entrar en la embarcaciónEn ese momento, Yusra Mardini decidió lanzarse al agua y empujar el bote hasta encontrar la ayuda que tanto necesitaban en aquellos momentos. Tres horas y media más tarde, la embarcación impulsada por Yusra Mardini y otros tres refugiados, llegaba a Lesbos. La nadadora siria y sus tres acompañantes, en un acto heroico, lograron salvar sus propias vidas y las de casi veinte personas más. Nadie podía imaginar en aquel momento que Yusra Mardini, aquella inocente joven de dieciocho años que acababa de salvar más de veinte vidas, competiría un año más tarde en los Juegos Olímpicos de Rio 2016.

Yusra Mardini y su familia viven ahora en Berlin (Alemania), donde lograron establecerse tras viajar por Europa durante varios días. Allí retomó su entrenamiento con el club de natación Wasserfreunde Spandau 04, quienes, viendo su potencial, esperaban que Yusra Mardini pudiera alcanzar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pero su acelerado progreso y su intenso trabajo ha permitido a la joven adelantar esa meta hasta los JJOO de Rio, donde competirá en dos disciplinas diferentes dentro del equipo de Atletas Olímpicos Refugiados.