Que la franquicia multimillonaria que ha sido Metal Gear Solid iba a continuar con o sin Kojima estaba más que claro. En plena ruptura entre Konami e Hideo, la compañía restregaba al mundo su postura de seguir con la franquicia en cualquier circunstancia enseñando al mundo una máquina de pachinko por si no era suficiente despecho no haber dejado al director terminar su juego.

Ahora y tras la polémica en Konami han pensado que montar un equipo en 18 meses y convertir Metal Gear en un absurdo videojuego de zombies en cooperativo puede ser una buena idea. Y quién sabe, si que puede ser una buena idea. MGSV tiene una de las jugabilidades y uno de los motores (FOX Engine) más interesantes de los disponibles, una base que, en manos de cualquier desarrollador competente, es suficiente como para transformar una idea en oro. O suficiente para que un grupo de desarrolladores mediocres o un grupo solvente con prisas sean capaces de sacar un bronce.

Metal Gear Solid, como franquicia, es mi favorita de la historia de los videojuegos. Y aunque podría pensar que Metal Gear Survive es una mala noticia, no tengo tan claro que sea así. Sí, es el despecho al director al que le quitan la obra y el golpecito en la nostalgia de una franquicia que todos llevamos muy adentro, pero de la que nos sonrojamos cuando recordamos a Vamp o a cualquier boss del MGS4.

Que a la obra maestra de Konami le hayan robado el nombre no debería sorprendernos después de, si me permite, el atropello de Rising de Platinum o el atropello de Metal Gear Acid, que llevaba el nombre del omnipresente Kojima como productor. Universos alternativos también hemos tenido en la franquicia para dar y tomar. ¡Pero si Metal Gear Solid 2 es una alucinación constante que pasa en un universo alternativo de VR!

Y podríamos seguir, la locura de Snake Tales (que vale, no son canon), a medio hacer y para satisfacer las críticas de un público que vio en el protagonismo de Raiden una traición a la nostalgia más grave que el nuevo metal-gear-resident-evil-6. Traición que por cierto llevaba la, ignominiosa para los fans, de firma de Hideo Kojima en la idea, libreto y dirección. Al final resultó que Metal Gear Solid 2 fue uno de los títulos más solventes de la franquicia, mejor contado y más sorprendente, con todas las críticas que, tras la misión del carguero, tuvo que asumir un mercado de los videojuegos para el que Twitter era todavía una ilusión del futuro.

La franquicia nos han enseñado locura que van más allá de zombies y mundos alternativosSí es cierto que, en la mayoría de las ocasiones, cuando los creadores de la idea original abandonan el barco, las cosas no suelen salir muy bien. Aunque muchas franquicias de éxito han continuado ese éxito en manos de otros, en términos generales ha sido más por inercia que por calidad, pero nunca se sabe. E incluso en manos de sus creadores, en la mayoría de las ocasiones las secuelas han resultado un auténtico desastre, han roto con la idea original y se han convertido en traiciones para la nostalgia mucho más duras que la que nos ocupa hoy.

En un momento en que la gente pelea por ver quién es más fan, parece que utilizar el nombre de una franquicia de la infancia de mucho para otra cosa es un asalto a mano armada. Pero si algo nos ha enseñado la franquicia creada por Kojima es que no importan en mano de quien esté: cuando estaba en mano de Kojima también ha sido maltratada, explotada y relegada a juegos de portátiles y móviles de segunda sin fondo ni forma.

Hideo-Kojima

¿Será Metal Gear Survive un buen juego? No lo sé, pero lo que si sé es que por poco que puedan hacer utilizando la base de Fox Engine, de Metal Gear Online y de Metal Gear Solid V ya tienen adelantado más que la mayoría de grandes apuestas triple A que llegarán al mercado en los próximos meses, al menos, para hacer un título con buena jugabilidad y que sea entretenido. Y eso en 2016 ya es un avance.

Que se llame Metal Gear o no es lo de menos. Todavía no hemos aprendido que lo que Kojima da, Konami quita.