Las medallas olímpicas tal y como las conocemos en la actualidad han evolucionado mucho desde los lejanos Juegos Olímpicos de Atenas 1896, los que por cierto, marcaron el inicio de los Olimpiadas de la era moderna.
En dichos juegos las medallas fueron de oro y bronce para los primeros y segundos lugares de cada categoría, respectivamente. La condecoración incluía una ramo de olivo, tradición que proviene de los antiguos Juegos Olímpicos; así como un diploma. Los tres tipos de medallas: oro, plata y bronce para el primer, segundo y tercer lugar, tal y como se celebra en la actualidad, se comenzaron a utilizar desde los Juegos Olímpicos de San Luis 1904.
Por otro lado, las primeras medallas no se colgaban al cuello como es la tradición actual, sino que se prendían en el pecho de los ganadores. No fue hasta Roma 1960 que se utilizaron los lazos que actualmente conocemos y que permite que las medallas pendan del cuello de los atletas.
En las siguientes fotografías podemos ver todos los diseños de los Juegos Olímpicos. En ellas podemos notar que desde Amsterdam 1928 y hasta Melbourne 1956 el diseño de las medallas se estandarizó con la diosa de la victoria de la mitología griega Niké o Nice al frente y al reverso un deportista cargado en hombros en un estadio olímpico; la única variación en estas medallas diseñadas por el artista italiano Giuseppe Cassioli radicó en el nombre de la ciudad sede de los juegos y el año.
Cabe mencionar una peculiaridad: junto a las medallas de Melbourne 1956 existen, a la par, las de Estocolmo 1956. Y es que estas fueron creadas exclusivamente para los deportes de equitación ya que estos no se pudieron realizar en la capital de Australia debido a que ese país tiene una ley muy estricta de introducción de animales a su territorio por lo que impidió que se llevaran a cabo ahí.
Puede identificarse entonces que desde Roma 1960 el diseño se vuelve más libre y comenzó a utilizar elementos culturales del país sede de los juegos. En el caso de las medallas de los Juegos Olímpicos de Río 2016 estas están hechas de una forma muy peculiar por lo que bien pueden ser las mejores medallas de la historia olímpica.
Atenas 1896
París 1900
San Luis 1904
Londres 1908
Estocolmo 1912
Amberes 1920
París 1924
Amsterdam 1928
Los Ángeles 1932
Suscríbete a la newsletter diaria de Hipertextual. Recibe todos los días en tu correo lo más importante y lo más relevante de la tecnología, la ciencia y la cultura digital.