Por fuera, la casa de Luis Barragán se pierde entre las casas de la colonia Ampliación Daniel Garza en la Ciudad de México. La fachada gris no levanta sospechas de que por dentro es una de las obras arquitectónicas mexicanas más relevantes y que es visitada por estudiantes, aficionados e investigadores de la arquitectura de todo el mundo.
Poco se sabe de su vida y su trabajo porque su archivo personal está en una colección privada
Y es que no es una casa cualquiera. Es la obra más íntima, personal y probablemente la más amada de Luis Barragán: el único mexicano que ha ganado el premio Pritzker, el "Nobel de la arquitectura". Aunque entre los estudiosos del tema es una figura importante, en realidad poco se sabe de su vida y su trabajo porque una buena parte de su archivo personal está resguardado en una colección privada en Suiza. Su dueña es Federica Zanco, presidenta de la Barragan Foundation, quien recibió el archivo como un regalo de su entonces prometido Rolf Fehlbaum, presidente de la empresa de muebles Vitra.
El archivo está conformado por documentos, dibujos, bocetos, planos y maquetas originales de Barragán que podrían servir para la investigación y difusión de el patrimonio.
Parecería absurdo que en la era de información donde una cantidad ilimitada de información está a un clic de distancia, los trabajos de uno de los arquitectos más importantes de México se encuentren resguardados y ocultos al público en el corporativo de Vitra en Suiza, pero es parte del mundo del coleccionismo del arte.
Por esa razón, la artista Jill Magid ha decidido convertir a Luis Barragán en un diamante que coronará un anillo diseñado por la casa de joyería Anndra Neen. El anillo se le propondrá a Zanco como pago a cambio del archivo Luis Barragán, para que éste sea administrado por las instituciones mexicanas.
La obra de Magid se trata de una pieza artística y política llamada The Proposal (La propuesta) que, de acuerdo con el sitio web de la galería LABOR donde actualmente está exhibido, cuestiona “las formas del poder, el acceso público y el derecho de autor entorno al legado artístico.”
Zarco teme que Barragán se convierta en “un Frida Kahlo de la arquitectura”
Magid exhumó los restos de Luis Barragán que se encuentran en la Rotonda de los Jalisciences Ilustres, con el permiso de los familiares del arquitecto y las autoridades del estado de Jalisco, tomó 525 gramos del cuerpo del arquitecto y los convirtió en diamante a través de la empresa Algordanza. Así, en caso de que Federica Zanco acepte el anillo a cambio de la colección Luis Barragán, esta podrá poseer -literalmente- al arquitecto.
Zanco ha expresado a The New Yorker que teme por la integridad del archivo en manos de las instituciones mexicanas y que Barragán se convierta en “un Frida Kahlo de la arquitectura” por el uso mercadológico de la imagen del arquitecto.