Hace un año exactamente que los "astronautas" voluntarios fueron metidos en la base "espacial". La intención de la "misión" HI-SEAS es comprobar cómo sobrevivirían todo ese tiempo en una base marciana, alejados de todo lo que quieren y conocen. Pero claro, no hablamos ni de astronautas de verdad, ni de una base en el planeta rojo. Ni siquiera de una misión, propiamente dicha. Es tan sólo un experimento. El cuarto de ellos, en concreto. Y seis personas han sido los participantes de este último. Seis personas que no han tenido prácticamente contacto con el mundo exterior desde que entraron por la puerta de la instalación. ¿Qué hemos sacado en claro?

HI-SEAS, Marte en la Tierra

HI-SEAS es el acrónimo de Hawaii Space Exploration Analog and Simulation, un experimento dirigido por la NASA y apoyado por diversas entidades privadas. Las instalaciones representan una posible base situada en Marte. Pero, obviamente, no se sitúan en Marte, sino en las laderas del Mauna Loa, uno de los volcanes más famosos de Hawai. A 2.500 metros sobre el nivel del mar, el terreno volcánico bien podría simular la superficie marciana. El único problema es que un poco más allá, la ladera nevada del volcán traiciona los sentidos. Pero eso no es lo importante. Y es que los seis científicos que simulan la misión han sido "encerrados" en su interior, con algunas salidas programadas (enfundados en trajes espaciales) con el objetivo de analizar su reacción.

HI-SEA
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Porque cuando te encuentras a casi dos años de casa, en un ambiente hostil y sin poder salir de un espacio pequeño y limitado, las reacciones individuales son casi imprevisibles. Y decimos casi porque el objetivo principal de HI-SEAS es precisamente estudiar al detalle el comportamiento humano ante una situación similar a la que vivirán los astronautas que viajen a Marte. De esta manera podremos anticiparnos a posibles problemas, creando el ambiente más cómodo y agradable posible en una misión tan compleja. Los miembros de la "tripulación" de HI-SEAS han tenido que aprender a vivir en Marte, pero estando en nuestro planeta. Y los observadores de la NASA, a su vez, han aprendido cómo facilitar la convivencia.

La cuarta misión

HI-SEA
HI-SEA IV, "tripulación"

Como decíamos antes, HI-SEAS IV es ya la cuarta de estas aventuras científicas. La primera de ellas comenzó en 2013 con una primera "misión" de tan solo cuatro meses de duración. Aunque los fundamentos son los mismos, esta ha sido la más larga de todas, con 366 días de "exploración". Los científicos han tenido que vivir en pequeños cubículos compartiendo baño, habitáculos comunes y otras dependencias. En su día a día han realizado diversos experimentos y tareas que exploraban los entresijos de la convivencia y el trabajo en equipo. A medida que se ha ido desarrollando el experimento, la duración ha ido alargándose, cosa aprovechada por los científicos de la NASA para obtener información. Esta cuarta misión ha contado con seis científicos de todo el mundo como miembros de la "tripulación". Así es cómo lo han vivido.

¿Cómo es vivir en HI-SEAS?

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Sheyna E. Gifford, médico y cronista oficial del grupo, explicaba los pormenores de la misión, que se ha centrado en la cohesión del grupo. Según ella, no ha tenido tiempo de sentirse sola en ningún momento. No solo por los miembros del grupo, sino porque cualquier comunicación con el mundo exterior (o con nuestro planeta, que es lo que se simula) está a tan solo veinte minutos de distancia en el tiempo. Lo más complicado para los miembros, explica, es dejar su vida cotidiana y a sus familiares; pero es algo con lo que se cuenta desde el comienzo de la misión. Por lo demás, los científicos, al igual que los astronautas, estarían sometidos a actividades constantes que los obligan a trabajar en equipo: experimentos, dinámicas grupales, revisiones...

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Esta vida "controlada" es necesaria en un habitáculo tan pequeño, cuando no se puede salir fuera del espacio para descansar psicológicamente. Los datos obtenidos, de hecho, servirán para optimizar dichas dinámicas y necesidades de la tripulación real, en el futuro. En opinión de la Dra. Kim Binsted, la investigadora principal a cargo de la "misión" HI-SEAS, ha sido todo un éxito. Se han recogido datos de todo tipo para afrontar mejor el viaje al planeta rojo. Así parece pensarlo también la NASA, que ya ha financiado al HI-SEAS hasta 2019. Y es que toda información es poca cuando hablamos del que será, probablemente, el viaje más importante de nuestra historia. Y deberemos hacerlo preparados para todo y para todos.