La biometría se ha convertido en uno de los factores que hoy en día hacen más cómodo y seguro el uso de los smartphones. Antes de que existieran soluciones sólidas como el lector de huellas, era común utilizar en exclusiva patrones de desbloqueo, contraseñas o números PIN que acababan haciendo frustrante la experiencia de desbloquear. El usuario llegaba a dejar el terminal sin seguridad con tal de obtener una experiencia más rápida.
Si la huella dactilar fue el primer gran paso hacia la eliminación de las contraseñas, ¿qué ofrece y cómo funciona el escáner de Iris del nuevo Samsung Galaxy Note 7?
Funcionamiento
Lo primero que hay que saber es que tal y como ocurre con cualquier lector o escáner biométrico, el usuario tiene que registrar previamente la variable escogida seleccionándola entre los ajustes de seguridad. Si en el caso de la huella bastaba con dejar el dedo posicionado sobre el lector y levantarlo ocasionalmente para que el reconocimiento fuese más preciso, el escáner de iris requiere acercar el terminal a una distancia comprendida entre 25 y 35 centímetros. Una vez situados frente al terminal, es necesario ajustar los ojos entre dos puntos mostrados en la pantalla, como se aprecia en las imágenes. En poco tiempo, el iris estará registrado y listo para ser usado.
Sobre el proceso de registro es necesario puntualizar que no se puede realizar con gafas por motivos de precisión. Lo bueno es que sólo es la primera vez, y a partir de ahí será posible desbloquear el terminal incluso con gafas de sol que no tengan un tono muy oscuro en los cristales.
El proceso de desbloqueo en sí es muy flexible y no requiere situar la vista exactamente en un punto central del terminal o del escáner, sino que como ocurre con la mayoría de lectores de huella actuales, ofrece cierta libertad de movimiento sobre la posición de desbloqueo. Es tan sencillo como encender la pantalla, que el escáner realice su función y el usuario comience a usar el terminal con normalidad.
A priori, sólo habría dos puntos que mejorar. El primero es que, frente a las múltiples huellas, el escáner de Iris sólo puede registrar una persona, por lo que ni hijos ni parejas ni personas cercanas podrán utilizar el terminal sin introducir la clave. En segundo lugar, aunque tampoco es necesario que exista mucha luz en el ambiente para que desbloquee, no funcionará de momento en un ambiente oscuro.
Además de para desbloquear, el escáner de iris servirá para proteger la nueva carpeta segura, Screen Folder. Otra funcionalidad estrella puede ser el Selfie Pay, y es que ahora, ademas de pagar con el lector de huellas, el Samsung Galaxy Note 7 ofrece pagar en Samsung Pay con el iris. No aportará un grado de comodidad mayor, pero no está de más. Eso sí, la disponibilidad de esta función no está confirmada en todos los países.
¿Por qué ahora?
Hay una máxima de la seguridad, y es que más métodos nunca vienen mal. Con el escáner de iris del Samsung Galaxy Note 7 no se elimina la posibilidad de utilizar los sistemas de seguridad presentes hasta el Samsung Galaxy S7. Es decir, el lector de huella dactilar será compatible con el nuevo método y las contraseñas, y en el caso de fallar en el reconocimiento pedirá, como la huella, un PIN o contraseña alfanumérica.
El escáner de iris se puede concebir como una solución única, pero también como un complemento perfecto de las soluciones anteriores. ¿Fallos en el escaneo de las huellas o imposibilidad de desbloquear por tener guantes? No importa, el escáner siempre estará activo y listo para realizar su función.
Si la biometría en lectores modernos ya es casi perfecta a la hora de desbloquear, tras un comienzo algo errático, el escáner de iris será el gran garante de que, como complemento, las veces que el usuario tiene que introducir una contraseña como causa de fallos de reconocimiento se reducen al mínimo.