Mientras Take Eat Easy se ha visto forzada a echar el cierre con un punto y final a sus actividades un tanto controvertida, Deliveroo sigue su conquista hacía el reparto de comida a domicilio en las grandes capitales y ciudades europeas. Y es que parece que, a diferencia de algunos de sus competidores, sigue teniendo tracción entre los inversores de capital riesgo, que siguen confiando plenamente en el proyecto.

En este sentido, la compañía ha levantado otro $275 millones de dólares en Serie E disparando su valoración post-money en una cifra cercana a los 1000 millones de dólares, en una inyección directa del fondo Bridgepoint, que se suma a DST Global, General Catalyst y Greenoaks como principales accionistas de la compañía tras las diferentes rondas de financiación.

De momento, Deliveroo ha confirmado que utilizará esta liquidez adicional para potencial el crecimiento del servicio en los mercados en los que ya opera y buscar oportunidades de negocio en nuevos mercados, que quiere sumar a los 84 existentes y repartidos por la principales ciudades europeas, cada una con su particularidad y cultura gastronómica.

Además, la compañía quiere ampliar su oferta actual a un servicio de cocina para empresas, y un nuevo servicio llamado RooBox con el que quiere dar acceso a la plataforma a cocinas especiales para entregas en lugares clave, además de querer sumar la entrega de bebidas alcohólica a la carta actual.