Los wearables pueden medir algo más que la presión sanguínea, los pasos, o las fases del sueño. Y es que, el hecho de que estén todo el día en nuestra muñeca, abre la puerta para analizar algo más que patrones relacionados con nuestra salud. Cada día son más sofisticados, y aunque eso es algo positivo para realizar mediciones más precisas, también está trayendo de cabeza a algunos expertos en seguridad.

Y es que la precisión que ofrecen algunos wearables que llevamos puestos permiten analizar con mucha exactitud los movimientos de nuestra muñeca y nuestros dedos, analizando patrones que pueden descifrar con alto éxito de aciertos, los códigos de desbloqueo o códigos PIN de nuestros dispositivos móviles o sistema de alarmas.

La investigación, que ha sido llevada a cabo por un equipo especializado de la Universidad de Binghamton, ha determinado que un smarwatch o una pulsera cuantificadora de última generación puede utilizar los sistemas de detecciones, posición de la mano, intensidad del movimiento u otros indicadores para analizar el movimiento de los dedos y adivinar el código de acceso de un dispositivo, que en caso de ataque externo puede ser enviado a un servidor remoto, poniendo en especial peligro la seguridad de los datos del usuario.

En este trabajo se muestra cómo un dispositivo portátil puede ser utilizado para discriminar la distancia y dirección del movimiento de las manos del usuario, lo que permite a los atacantes reproducir las trayectorias de la mano del usuario y, adicionalmente, recuperar las entradas de claves secretas o PIN.

El principal problema es que, según avance la tecnología y la precisión de en las mediciones, este tipo de pulseras o relojes inteligente podrán detectar el movimiento de los dedos de una persona, con suficiente precisión como para extraer y contraseñas complejas para servicios online o banca, por lo que combinado con ataque para robar estos datos, pueden poner en especial peligro para privacidad del usuario.

Lógicamente, de momento se trata de pruebas que, a pesar de ser un éxito, no han terminado por salir del laboratorio.