El fenómeno de moda ha llegado hasta límites insospechados. Jamás hubiéramos pensado que tendríamos que escribir líneas como esta, pero lo cierto es que lo ha conseguido: Pokémon GO y la ciencia se han cogido de la mano. Parece una afirmación exagerada; pero nada más lejos de la realidad. Los científicos (y el resto del mundo) se han dado cuenta del increíblemente potente tirón que está dando el juego y todo lo que le rodea. Y como la ciencia muchas veces va de números, no han querido perder la ocasión. ¿Pero cómo la han aprovechado?
Tres maneras de relacionar Pokémon GO con la ciencia
Aunque a medida que pasa el tiempo existen cada vez más iniciativas que aprovechan la recepción de Pokémon GO, hay tres en concreto que han sido pioneras. Una de ellas por cuestiones naturales, ya que es una consecuencia intrínseca; la otra tiene una naturaleza más tecnológica, pero también obvia. La última aprovecha el tirón del coleccionismo y las especies; tanto que hasta las revistas más importantes en el mundo de la ciencia (Nature o Science, por ejemplo) han hablado de ello. Esto es lo que ha ocurrido.
Pokémon GO y la salud
Sí. Es increíble, pero en sus primeras semanas parece que Pokémon GO está consiguiendo que la gente trabaje en un mundo más saludable. Dejando de lado las irresponsabilidades o el mal uso de la aplicación, lo cierto es que los informes preliminares de servicios como Cardiogram para Apple Watch o Jawbone rompen moldes. Según estos, en apenas unas semanas desde que salió Pokémon GO, la actividad física de la gente se ha disparado. Los datos muestran que los usuarios se mueven mucho más. Casi el doble. Especialmente en los fines de semana. Aunque no existe un estudio serio al respecto, algunos científicos ya han puesto el ojo sobre las implicaciones de la aplicación en la salud. Aunque cualquier estudio de este tipo requiere de mucho tiempo y esfuerzo, no se amilanan al decir que Pokémon GO actúa positivamente sobre la salud de las personas de la siguiente manera: incrementando su ejercicio físico diario y semanal; creando una sensación grupal y de comunidad que promueve el altruismo social; intercambiando información, reforzando las relaciones sociales; y, por último, usando esos refuerzos sociales en incrementar aún más la actividad física y la interacción con el entorno.
Hay que dejar claro que Pokémon GO no va a "curar la obesidad" ni nada por el estilo
Por supuesto, no existe evidencia científica que lo confirme o desmienta. Todavía es muy pronto para que ningún estudio haya tenido lugar (y más uno de tamaña complejidad). Hay que dejar claro que Pokémon GO no incrementa el ejercicio de medio y alto rendimiento. Tan solo invita a andar. Eso quiere decir que no va a "curar la obesidad" ni nada por el estilo. Sencillamente podría ayudar a promover a que la gente se mueva más, descubra que el ejercicio físico puede ser divertido y, en el mejor de los casos (y apelando un poco al exceso de optimismo), invitar a la sociedad a que adopte hábitos más saludables. Además, la moda de Pokémon GO podría desaparecer como vino. Aún así, parece que los que sigan disfrutando del juego también podrían hacerlo de ciertos beneficios saludables. Aunque solo el tiempo confirmará esta hipótesis.
Poniendo a prueba la realidad aumentada
Pokémon GO no es el primer juego de realidad aumentada. Ni mucho menos. De hecho, su predecesor espiritual, Ingress, del cual vienen la mayoría de puntos importantes (como Pokeparadas y gimnasios) ya ha explorado este campo, y lo sigue haciendo con mucho éxito. Pero Pokémon GO incluye una nueva manera de interactuar con el entorno, haciendo aparecer a las criaturas directamente frente a nuestra cámara. Es una interacción tosca y totalmente innecesaria. Pero es un juego de realidad aumentada que aprovecha sus características de una forma eficiente. Y está en una cantidad inimaginablemente abrumadora de dispositivos móviles por todo el mundo. Eso puede dar buenas ideas de cómo funcionará un juego de realidad aumentada; porque la muestra es gigantesca y tiene todo tipo de individuos en ella. Los datos de Pokémon GO, en cuanto a cómo funcionará un juego de realidad aumentada y cómo mejorarlo son incalculablemente valiosos.
Pero la cuestión va más allá de los juegos de realidad aumentada. Pokémon GO se inmiscuye en otros aspectos esenciales de nuestra vida: la conducción por ejemplo. Por eso, investigaciones como las que llevan a cabo la Universidad Tecnológica de Queensland tienen su punto de mira en el funcionamiento de la realidad aumentada. Su intención, entre otras, es tener datos para poder crear un sistema de AR (Augmented Reality, realidad aumentada) que implementar en los coches automáticos, por ejemplo. Estos son una realidad creciente en número. Pero no hay que olvidar que solo la atención humana puede evitar accidentes como el del reciente Tesla estrellado. Los investigadores creen que Pokémon GO podría dar bastantes pistas sobre como implementar un sistema eficiente de AR en un coche para mantener la atención del conductor donde corresponde. Por último, el turismo científico (como cualquier otro) también está muy interesado en Pokémon GO, y ya hay artículos sobre los mejores monumentos científicos donde encontrar pokémones. ¿Ayudará este juego a la cultura científica?
Pokémon en la vida real
Aún más curiosa que todo lo anterior es la atención que ha atraído Pokémon GO sobre los taxónomos del mundo. La taxonomía es una disciplina compleja (hay quien dice torticera) pero necesaria. Porque en ciencia es imprescindible clasificar y datar para poder estudiar y entender. Así que, cuando millones de científicos se han dado cuenta de que Pokémon GO básicamente lo que hace es convertir su trabajo en un juego (salir a la busca de nuevas especies), no han tardado en aprovechar el tirón. Hasta la mismísima Nature publicaba recientemente un artículo que hablaba de las dificultades de "capturar especies de verdad". En concreto explica las vicisitudes de un biólogo a la hora de obtener una muestra ejemplar cuando descubre una especie nueva. No es tan sencillo como localizarla y lanzarle una Pokeball, obviamente, sino que tienes que capturar el ejemplar. Esto es fácil cuando hablamos de entomología y sus insectos. Pero ¿y si nos hemos encontrado una especie nueva de hipopótamo? Por desgracia, todavía es esencial poseer un ejemplar muerto de una especie nueva para poder indetificarla. Es lo que se denomina holotipo, el "ejemplo" perfecto de la especie capturada (que puede ser de todo menos perfecto, por cierto).
Pero más allá de la anécdota, lo que hace Nature hablando de Pokémon GO es sacar un tema muy importante a relucir: ¿sigue siendo necesario tener un holotipo, un ejemplar muerto, para poder identificar la especie? Con la cantidad de dispositivos y nuevas tecnologías, ¿es imprescindible? Es una discusión verdaderamente importante porque se enfrentan la practicidad de "capturar" una especie mediante fotografías y vídeos con la imposibilidad de poder seguir describiendo la especie si no se obtiene un ejemplar. Pero, además de sacar este debate a relucir, otros científicos han aprovechado el tirón para hablar de sus trabajos y, ya de paso, obtener información que podría resultar valiosa. Así, bajo el hashtag #pokeblitz los amantes de la ciencia pueden compartir imágenes de animales y especies de todo tipo. No sería la primera vez en la que se identifica a una especie nueva por una fotografía, así que, volviendo a los números, ¿quién sabe si los entrenadores pokémon no darán sin querer con nuevas especies? En cualquier caso, y aunque parecía imposible, está claro que Pokémon GO lo está removiendo todo; incluyendo la ciencia.