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"Vive el presente, carpe diem", dicen. Pues justo eso es lo que le pasa a gente como Susan McKinon. Y no porque quieran, sino porque no pueden hacer otra cosa. Aunque parezca mentira, vivimos muchísimo tanto en el pasado como en el futuro: bien recordando, bien anticipándonos. Pero los afectados por una extrañísima afección llamada memoria autobiográfica deficiente (o SDAM, por sus siglas en inglés) son incapaces de mantener recuerdos de si mismos o imaginarse en el futuro. Solo pueden sentir y pensar en tiempo presente. Las razones para ello todavía no están demasiado claras. Esta es la historia de la mujer que solo puede vivir el ahora.

Vivir con una memoria autobiográfica deficiente

Cuando Susan tenía 21 años, explica, se dio cuenta de que su manera de recordar era distinta a la de los demás. Según ella misma, pensaba que todas las personas se inventaban pequeñas historias al respecto de lo que habían vivido. Era lo más normal, desde su punto de vista, pues es lo único que había vivido. Sí. McKinnon pensaba que era una especie de convención social porque ella misma no era capaz de recordarse viviendo una experiencia o las sensaciones y emociones que estas evocan. Sí es capaz de recordar un hecho ocurrido, ajeno a su persona, sin ningún tipo de atributo. Así que inventaba pequeñas historias desde el presente para contar su recuerdo. Pero, obviamente, se percató de que el resto del mundo no lo hace así. Mientras que casi todos podemos recordar un viaje placentero o una triste riña, una ruptura dolorosa... Susan, a sus más de sesenta años solo es capaz de recordar hechos. Sabe qué estuvo un lugar o qué hizo. Pero es como saber que la gravedad tiene una aceleración de 9,83 metros por segundo al cuadrado.

Sabe qué estuvo un lugar o qué hizo. Pero es como saber que la gravedad tiene una aceleración de 9,83 metros por segundo al cuadradoPor tanto, es imposible saber si le gustó una comida o si disfrutó de un viaje. Con todas sus implicaciones. Pero esto no solo ocurre "hacia atrás". También le pasa con el futuro. McKinon no siente nervios ni inquietud al pensar en las expectativas o en un problema venidero. Solo puede sentirse intranquila o feliz en el presente. Y después, todo desaparece, quedando solo el presente. La propia Susan explicó en una entrevista que hubo un tiempo en el que se planteó llevar una libreta o tomar fotografías para anotar lo que sentía en cada momento. Pero tras unos días se dio cuenta de que en realidad estaba perdiendo el presente, lo único que puede vivir, así que dejó de obsesionarse. Otro aspecto curioso, explicó para varios medios, es que disfruta mucho "inventando" las historias que ha vivido, disfrutándolas en el momento. Es algo a lo que se ha acostumbrado, su única manera de vivir el pasado.

El SDAM, hoy

El SDAM o síndrome de memoria autobiográfica severamente deficiente es relativamente novedoso y extraño. Los afectados no tienen ningún problema en recordar o aprender. Simplemente no pueden recordarse en sus experiencias, revivirlas. Solo pueden recordarlas como hechos ocurridos, en tercera persona. Por lo demás, son personas completamente normales. Para poder entender un mejor esta afección nos vamos a remitir a los estudios de E. Tulvig. La memoria a largo plazo se divide en dos tipos, la memoria declarativa, y su contraparte, la memoria procedimental. La primera, hace referencia a todos aquellos recuerdos que pueden ser evocados de forma consciente, como hechos o eventos específicos. Dentro de esta división se encuentra la memoria episódica, que es la memoria relacionada con sucesos autobiográficos como momentos, lugares, emociones asociadas y demás conocimientos contextuales. Las personas que sufren de memoria autobiográfica deficiente tienen un problema en las capacidades de memoria episódica.

supercomputador
Mark Dow (devianArt)

Según los estudios, en los pacientes con memoria autobiográfica deficiente se da una menor actividad cerebral relacionada con las áreas encargadas de mantener el proceso de los recuerdos cuando hacen ejercicios de rememorar. Eso quiere decir que hay un patrón fisiológico, algo que no funciona bien y es de origen físico, cerebral (y no psicológico). Esto es curioso porque, además, no tiene porque estar asociado a accidentes o traumas. Al observar el cerebro, los investigadores se percataron que los sujetos no pueden acceder correctamente a las partes "centrales" de los hemisferios cerebrales, relacionadas con la memoria autobiográfica. Además, también se encontró una ligera variación de tamaño en el hipocampo, una zona relacionada con los recuerdos. Pero, aún así, los datos no apuntan a nada específico. Es decir, el SDAM es un misterio lejos de resolver. Aunque el cerebro es una caja de sorpresas; un territorio prácticamente inexplorado donde queda mucho por descubrir.