Alba es una joven bióloga y ecóloga gallega que trabaja en la empresa Education Through Expeditions, de Reino Unido, cuyo objetivo es ayudar a la educación y la divulgación científica a través de las expediciones científicas. Pero, además, es la ganadora de la pasada edición nacional española de Famelab y quedó segunda a nivel mundial en el certamen final. Alba ha participado en varias expediciones, llegando hasta el Ártico como investigadora y ha vuelto para contarlo en los colegios que visita. Su experiencia reúne las características de una naturalista avezada. Eso, unido a su fascinación por los insectos, le ha llevado a usar el humor y la comunicación científica a nivel divulgativo para acercar la ciencia a todos los niveles.**Hola Alba, muchas gracias por compartir con nosotros tu experiencia. Así en crudo, me gustaría preguntarte, ¿por qué el humor? Quiero decir, todavía se habla de tus geniales monólogos ¿Cómo llega a Famelab una ecóloga?
Pues el motor para participar en Famelab han sido... ¡mis ganas de compartir el fascinante mundo de los insectos! Los insectos representan el 80% de los animales del planeta y sin embargo hay un gran desconocimiento sobre ellos. En muchas ocasiones lo que a nivel popular se conoce es incorrecto, decidí cubrir ese vacío explicando falsas creencias como que "las cigarras son vagas" o que "la hormiga reina dirige un hormiguero". En este caso he usado el humor porque es la herramienta que Famelab utiliza, pero por honrarlos y dar a conocer cosas de ellos, participaría en iniciativas que usen otras herramientas. Para mí lo importante es transmitir conocimiento y acercar la ciencia al público.
¿Qué se siente al estar frente a medio país y gente tan importante? ¿Qué tal fue la experiencia? ¿Y tus compañeros?**
Responsabilidad. Lo más importante, como he comentado, es transmitir el conocimiento que está detrás de la broma o de la historia que cuentas. Referirme a la fábula de Esopo de "La hormiga y la cigarra" o al "efecto AXE de las hormigas" son ganchos para atraer al público a la ciencia de los insectos.
Quería que además de provocar risas, reflejaran fielmente la biología de las especies, y eso no es siempre fácil
Sentí responsabilidad a la hora de usar esos ganchos y bromas, quería que además de provocar risas, reflejaran fielmente la biología de las especies; y eso no es siempre fácil.
La experiencia ha sido increíble. Desde la organización del FECYT y del British Council, pasando por el jurado (¡qué voy a decir yo del jurado!) hasta, por supuesto, mis compañeros. Lo mejor ha sido ver el gran interés que tiene el público por aprender ciencia y las fascinantes preguntas que la audiencia no científica hace. El viernes, en un evento de Santiago tras hacer mi monólogo de hormigas, un chico me preguntó a grandes rasgos la pregunta que me planteo responder yo en mi doctorado.
"Mi consejo para la gente joven es que se guíen por su intuición y que busquen aquello que les apasione, que no se rindan"
**¿Ah, sí? ¿Y cuál es esa pregunta?
El chico de Santiago me preguntó cómo las ciudades afectan a las comunidades de hormigas tras hacer un pequeño coloquio sobre ellas. Es una cuestión en la que me gustaría profundizar mucho más, aunque no es la única línea de investigación que me llama la atención para hacer mi doctorado.
¿Qué se siente al quedar en una increíble y bien merecida segunda posición a nivel mundial?**
Pues mucha satisfacción, los insectos no se merecen menos, la verdad. Me ha alegrado mucho además hacerlo representando a España y con el monólogo de las cigarras, en el que cuestiono el tópico de que sean vagas. Como digo en el monólogo las cosas no son lo que parecen y si la hormiga conociera el sufrimiento de la cigarra y no se guiara sólo por lo que ve de ella en el verano, estoy segura de que se hubiera replanteado esa decisión de no ayudarla.
Cuéntanos por favor, ¿qué te atrajo de la biología y en especial, de la ecología? ¿Y de la gestión ambiental?
Decidí estudiar la carrera de Biología por intuición, realmente no conocía el papel de un científico. Mucha gente me miró con ojos de loco por no estudiar Medicina teniendo una media que me permitía hacerlo. Estoy muy contenta de haberme dejado llevar por mi intuición y de haber buscado mi hueco en el mundo. La vida me fue empujando a la Biología y luego a la Ecología.
Mi consejo para la gente joven es que se guíen por su intuición y que busquen aquello que les apasione, que no se rindan, que ignoren otras voces, que solo hagan caso a su voz interior; ella es la que realmente sabe. Las salidas laborales las crean las personas, no las carreras.
**No sé si has oído hablar del amistoso "pique" existente entre ambientólogos y biólogos" Si es así, ¿en qué bando te sitúas?
He escuchado hablar de los biólogos de bota y bata y yo sin duda estoy en el bando de la bota.
Vamos a viajar un poco, contigo. Porque has participado en más de una expedición, ¿cierto? ¿A dónde has ido?**
He participado en una campaña oceanográfica en quinto de carrera (junio y julio de 2013) con el CSIC y el Instituto Español de Oceanografía en Terranova, Canadá. Aunque la expedición que más me ha marcado ha sido la que realicé en las Islas Svalbard (Ártico) durante uno de mis proyectos de máster.
Estuve trabajando allí durante cinco semanas (junio y julio de 2014) recolectando muestras de gas en un glaciar, que luego analicé en el laboratorio de vuelta en York (Reino Unido). La experiencia en Svalbard fue increíble. Estuve en Longyearbyen, el poblado más al norte del planeta, donde al salir del pueblo es obligatorio llevar rifle. Trabajamos bajo el Sol de medianoche además, lo que implica 24 horas de luz. La sensación es la de estar en otro planeta.
Háblanos de ello un poco más, ¿en qué ha consistido tu viaje y tu papel? ¿Qué hacíais? ¿Cuál era vuestro objetivo?
El objetivo era analizar los gases que se producen en los glaciares, e intentar relacionar su producción o consumo con microorganismos. Mi papel consistía en caminar todos los días del centro de investigación a lo alto del glaciar a obtener muestras de gas. En ningún momento podía ir sola, dado que la obtención de muestras requiere atención y necesitaba a alguien que vigilase por mí que no se acercaran osos. Al estar cerca del poblado, es poco común verlos en los glaciares en los que yo trabajaba, pero hay que estar atento y no puedes despistarte. Un oso polar es un animal curioso y al ver algo que destaca entre el paisaje monótono que acostumbra a ver hay posibilidades altas de que se acerque a inspeccionar. De ahí es cuando puede surgir un ataque a un humano.
Al final, esas experiencias de “exploradores” se convierten en un medio para acercar la cultura científica y despertar vocaciones entre los más pequeños, ¿verdad? Cuéntame un poco de tu papel en Education Through Expeditions. ¿Cómo es la experiencia?
El objetivo de la empresa es educar sobre las regiones polares a través de experiencias de primera mano de gente joven, con la que los niños y adolescentes puedan sentirse identificados. En mis visitas a los coles no solo trato de enseñar sobre el Ártico y mi experiencia allí; trato también de inspirar a la gente joven a carreras que quizá sino nunca se plantearían. Al inicio del día suelo preguntar qué quieren ser de mayores, y en los pequeños generalmente obtengo "futbolista" o "modelo" como respuestas. Al final del día muchos cambian de opinión a "científicos que trabajan en los polos". Es una manera de visualizar trabajos que de otros modos no se plantearían.
**Hace poco estuviste en Chipre, ¿verdad? Explícanos qué fuiste a buscar.
En Chipre he realizado durante dos semanas el mismo trabajo que hago en Reino Unido, visitar colegios e institutos hablando de ciencia polar. He estado viviendo en las bases militares británicas y visitando sus coles, por lo que era como estar en Reino Unido pero con con chanclas en vez de impermeable. Todo lo demás, igual.
Una cosa más al respecto: si te pregunto por una anécdota especial, con los niños y estudiantes, ¿cuál te viene a la cabeza?**
Me viene a la cabeza que en muchos coles de primaria, el día anterior a mi visita, los profesores les mandaban a los alumnos dibujar cómo creían que iba a ser el explorador o científico polar; y ni en una sola ocasión un estudiante dibujó una mujer.
Los pequeños me solían preguntar también si era la novia de Bear Grylls (de la tele "El último superviviente"), y yo les decía entre bromas que lo había dejado porque era demasiado miedoso para mí. Y los cabritos me ponían los ojos como platos, y tengo escuchado "You are a girl!" Hay algo que este sentido que claramente urge cambiar.
Vivimos en un mundo que, aunque parezca mentira, todavía parece dejar la figura femenina en un segundo plano. ¡En ciencia! Es algo inaudito y triste. ¿Cómo crees que debemos afrontar este problema?
Creo que es importante ser conscientes de que el creciente papel de la mujer en ciencia no implica que la desigualdad por sexos sea un problema "ya superado". Se ha llegado hasta aquí gracias al esfuerzo de muchos hombres y mujeres y tenemos que seguir trabajando en ello hasta conseguir una igualdad completa en todos los aspectos.
Es importante ser conscientes de que el creciente papel de la mujer en ciencia no implica que la desigualdad por sexos sea un problema "ya superado"
Yo, desde el trabajo que realizo con niños y gente joven, intento ser cuidadosa en los mensajes que transmito. A la hora de realizar actividades no me ciño a un "qué bien pintas" a las niñas y "qué fuerte eres" a los niños, cosa en mi opinión muy usual. En actividades como en la que tienen que planear su propia expedición científica en grupo los niños suelen tener atracción por hacer la parte de supervivencia y las niñas por pintar los logros de la expedición.
No sé hasta qué punto prefieren hacer esas tareas porque realmente les gusten más o simplemente porque se sienten inseguros con algo de lo que tienen un mayor grado de desconocimiento. Yo les animo (no les obligo) a hacer lo contrario, y después de ello me da la sensación de que se sienten muy satisfechos de haber hecho algo de lo que "no se creían tan capaces" como los compañeros del otro sexo.
¿Cuál ha sido la experiencia que más te ha marcado en tus viajes?
La experiencia que más me ha marcado ha sido visitar Pyramiden, una ciudad fantasma en el Ártico. Fue realmente retroceder en el tiempo y estar tan aislada que sentía a la naturaleza respirar en mi nuca. He escrito un artículo al que me refiero a ella.
Como alguien que ha vivido la ciencia dentro y fuera de España ¿qué diferencias fundamentales aprecias? Vamos, mójate, ¿qué crees que debería cambiar en el modelo español? ¿Qué falla?
Me he formado fuera y dentro. Mi experiencia me dice que el sistema español está demasiado centrado en "saber todo". Demasiada teoría, demasiado estudio. Además, es imposible recordar esa cantidad de información más allá del día del examen. Durante la carrera me preguntaba: "Todos son biólogos, pero... ¿El profesor de Botánica aprobaría el examen de Oceanografía, o viceversa?"
Lo dudo mucho. Uno conoce y recuerda lo que ve a diario y de lo demás se olvida. Y a mí, ese argumento de "ya, pero está ahí" no me acaba de convencer. En mi máster en Reino Unido siempre nos decían "el tiempo es limitado, y hay que saber sacarle el máximo partido", y es algo en lo que yo creo firmemente. Si quieres ser biólogo hay que conocer los aspectos teóricos básicos de la biología pero creo que sería muy útil que nuestro sistema dedicara más tiempo al desarrollo de aptitudes.
Para un biólogo es imprescindible saber hablar en público, trabajar en equipo, conocer programas estadísticos o manejarse con soltura en un laboratorio. Creo que son aspectos que no se trabajan lo suficiente en España.