A pesar de las dificultades que han surgido en la división de telefonía, Sony continúa haciendo esfuerzos por posicionarse en el mercado de los smartphones con productos de calidad y competentes. Su último intento es el Xperia X, el hermano mediano de la nueva familia de teléfonos de Sony.La división de telefonía de Sony no se encuentra en su mejor momento. Durante años, los beneficios han sido escasos o inexistentes, a diferencia de la inversión realizada, que crecía año tras año durante la época de los Xperia Z. Una situación insostenible a medio y largo plazo.

Por ello, durante 2015 la compañía vivió un año de transición en el que se redujo el número de dispositivos lanzados, se mejoraron sensiblemente los resultados financieros y se reestructuró internamente la división. El resultado fue una estrategia más recortada, basada en la rentabilidad financiera y en el lanzamiento de dispositivos de primer nivel. Menos es más.

Xperia Z5, el último integrante de la familia Xperia Z.
Xperia Z5, el último integrante de la familia Xperia Z.

Públicamente, este cambio de estrategia se ha identificado con la desaparición de la gama Xperia Z, la cual dará paso a los nuevos Xperia X, un trío de smartphones que la compañía japonesa ya presentó en el Mobile World Congress. En este trío encontramos el Xperia XA, el Xperia X y el Xperia X Performance. Los tres comparten diversos elementos, pero son algunos detalles (como el SoC o la calidad de la pantalla) los que los diferencian y los orientan hacia un segmento del mercado u otro.

Nosotros hemos podido probar durante los últimos días el nuevo Xperia X, el hermano intermedio de esta nueva gama. Sus especificaciones técnicas prometen una experiencia realmente buena, pero su elevado precio lo sitúa en un segmento del mercado realmente complejo. ¿Será la propuesta de Sony suficiente para revertir la situación y, sobre todo, para sobrevivir en el difícil terreno de juego en el que pretende penetrar?

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Sostener el Xperia X en la mano es una mezcla de nostalgia y futuro. El dispositivo mantiene unas líneas muy similares a las que hemos podido disfrutar en dispositivos previos de la marca. No obstante, Sony ha decidido modificar algunos detalles que mejoran la experiencia en el caso del Xperia X.

Uno de ellos es el cristal de la zona posterior, que en este modelo queda reemplazado por una cubierta de metal cepillado mucho más resistente y, sobre todo, menos resbaladiza que en modelos anteriores. Desde el punto de vista funcional, la inclusión de metal en la zona posterior es un claro avance; desde el punto de vista estético, el cambio es completamente subjetivo.

El diseño omnibalance sigue presente, pero el cristal de la zona posterior y la protección frente a agua y polvo desaparece en este Xperia X

En la zona anterior, el cristal que recubre la pantalla también ha sufrido algunas pequeñas modificaciones. El material continúa siendo el mismo, pero el acabado de los bordes ha sido mejorado, haciendo que el cristal de la pantalla se curve ligeramente en los laterales para fundirse por completo con el chasis del dispositivo, lo que mejora levemente el feeling del dispositivo cuando realizamos deslizamientos laterales. A esto lo llaman —al igual que otras compañías— cristal 2.5D.

Un aspecto que ha sufrido un giro de 180 grados respecto a modelos anteriores es la resistencia a agua y polvo. Sony ha defendido esta tendencia desde el lanzamiento del primer Sony Xperia Z, pero con la llegada de la familia Xperia X, la marca ha decidido abandonar este tipo de protección. Oficialmente, el dispositivo no cuenta con certificación IP, aunque los propios directivos de Sony confirman que el dispositivo puede sufrir pequeñas inmersiones o salpicaduras sin ninguna consecuencia.

Sony Xperia X 16

La ubicación de los botones continúa tan peculiar como en los modelos previos de la firma. Todos se encuentran en el mismo lateral, y tanto el de volumen como el obturador de la cámara se sitúan en la mitad inferior, a diferencia de la costumbre habitual de la industria. Dependiendo de cómo sostengas el teléfono y de la relación tamaño dispositivo / tamaño de tu mano, puede resultar una ubicación positiva o negativa. Todo dependerá de los hábitos y de las características de la persona que lo sostenga.

Justo encima de estos botones se encuentra, gobernando el lateral derecho, el botón de bloqueo, que, en este caso, también actúa como lector de huellas dactilares. Aquí se pueden diferenciar dos retos: la ubicación del lector y la calidad/precisión del mismo.

  • La ubicación. Si eres diestro, la colocación del botón de bloqueo en el lateral derecho resultará realmente natural y cómoda, porque encaja a la perfección con el dedo pulgar. En caso contrario, la maniobra puede complicarse.

  • La precisión. El sensor de huellas dactilares elegido por Sony es eficiente y preciso. Suficiente para ser invisible. Eso sí, al lado de los sensores de Huawei y Apple, se encuentra sensiblemente por detrás tanto en velocidad como en eficacia de lectura.

Sony Xperia X 06

Observando el terminal desde la zona frontal encontramos una pantalla de cinco pulgadas con resolución Full HD. Una resolución inferior a modelos como el Samsung Galaxy S7. ¿Está por eso en desventaja? En absoluto. En paneles IPS como este, una densidad superior a 400 pixeles por pulgada ya ofrece un nivel de nitidez excelente. Aumentarla puede implicar una caída tanto en rendimiento como en autonomía que quedaría levemente justificada.

La calidad del panel, desde el punto de vista técnico, es correcta. La calidad de imagen es buena en todo momento y los niveles de brillo, saturación y contraste son bastante acertados. El único punto débil, clásico en la familia Xperia, es la temperatura de color, que tiende sutilmente hacia el azul. No obstante, es un detalle que solo los ojos más afinados podrán apreciar.

Sony Xperia X 15

A pesar de ello, si comparamos la pantalla del Xperia X con rivales como el Samsung Galaxy S7 o el HTC 10, podremos apreciar cómo la propuesta de Sony continúa situada en un peldaño inferior. El brillo no es tan elevado, la temperatura de color no es tan neutra y la nitidez de los contenidos es sensiblemente menor.

El procesador del Xperia X es impropio de la gama en la que compite.Exactamente lo mismo sucede con su hardware interno. El principal elemento es un SoC Snapdragon 650, uno de los mejores procesadores que Qualcomm ha fabricado hasta el momento. El problema es que los dispositivos con los que pretende competir el Xperia X montan procesadores Snapdragon 820, mucho más solventes que el Snapdragon 650.

A pesar de ello, el Xperia X fluye en todo momento. La unión del procesador Snapdragon 650 con los 3 GB de RAM y el software de Sony —que ha sufrido algunas sutiles mejoras estéticas y funcionales— no defraudan y hacen de este Xperia X un dispositivo muy veloz y fluido en cualquier situación, tanto en la ejecución de videojuegos avanzados como en tareas más débiles como la navegación web.

Sony Xperia X 07

La cámara es el punto más importante del Sony Xperia X. La marca ha promocionado la calidad fotográfica de sus dispositivos desde los comienzos de la familia Xperia, y, con este último modelo, los japoneses han decidido dejar toda la carne en el asador.

Encontramos un sensor de 23 megapixeles y una lente de 24mm con una apertura focal f/2.0. A su lado, un flash LED hace los honores como guía en situaciones complejas o de baja luminosidad. El vídeo, a diferencia de otros dispositivos de su gama, no alcanza la resolución 4K y se queda en el 1080 a 60 FPS.

Los fantasmas de Sony vuelven a aparecer en el Xperia X: un módulo fotográfico excelente perjudicado por un procesado no tan bueno.

Cuando sacamos a pasear este módulo, las sensaciones son distintas a las que podíamos imaginar. Por un lado, destacan aspectos como el enfoque y el nuevo seguimiento de objetos, que permite mantener nítido un objeto determinado incluso si este está en movimiento. Muy práctico, por ejemplo, para fotografiar a niños pequeños, automóviles o cualquier escena cuyos objetos estén en constante movimiento.

Por otro lado, los fantasmas de modelos anteriores vuelven a emerger. El rango dinámico, dependiendo de la escena, resulta pobre, generando fotografías parcialmente quemadas y con bajo contraste. El procesado, en un intento por mejorar la nitidez y reducir el ruido, destruye cualquier tipo de detalle y agrega una nitidez artificial que deteriora considerablemente el resultado final —especialmente notable en los contornos de los objetos, las hojas de los árboles, etc.—. Además, en determinados momentos, se generan aberraciones cromáticas indeseadas.

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Aunque las comparaciones resultan odiosas, la cámara del Xperia X no equipara a modelos como el Samsung Galaxy S7, el HTC 10 o el iPhone 6s Plus (terminal de 2015). Y resulta una lástima, porque, nuevamente, el módulo (hardware) escogido por Sony es de lo mejor del momento, pero los problemas de software degradan el resultado final.

Caso completamente diferente es la cámara frontal, donde Sony ha hecho grandes esfuerzos para ofrecer una buena experiencia. Con un sensor de 13 megapixeles y una apertura focal f/2.0, el módulo fotográfico permite generar selfies y realizar videollamadas con una calidad superior a la gran mayoría de dispositivos del momento. Además, es capaz de captar más luz que otras cámaras del sector. Un paso hacia delante precedido, obviamente, por dispositivos muy enfocados en este campo.

Sony Xperia X 10

En el interior del Xperia X encontramos una batería de 2620 mAh de capacidad. La autonomía resulta suficiente para llegar al final del día, pero, al mismo tiempo, supone un evidente paso hacia atrás respecto a modelos anteriores de la marca. Por suerte, el modo de ahorro energético STAMINA permite estirar la jornada si es necesario.

Donde sí ha realizado mejoras Sony es en los tiempos de carga y en la durabilidad de la batería. Gracias a una serie de tecnologías, el Xperia X logra recargarse a una mayor velocidad, equiparando así a otros modelos de gama alta. Además, Sony afirma que estas tecnologías permiten duplicar la vida útil de la batería, alcanzando hasta los 800 ciclos de carga.

Conclusión

En términos generales, el Sony Xperia X es un dispositivo muy competente. Cualquier persona puede utilizarlo y quedar satisfecho con sus prestaciones. El problema es que el mercado canibaliza tanto por arriba como por abajo sus posibilidades de éxito.

Por 700 dólares podemos encontrar productos como el Samsung Galaxy S7, el iPhone 6s o el HTC 10, superiores en todos los aspectos al Sony Xperia X. Simultáneamente, por 500 dólares —e incluso menos—, podemos encontrar dispositivos como el Samsung Galaxy S6, que equiparan o superan en casi todos los aspectos a este Xperia X.

Si a este difícil paradigma añadimos las pequeñas deficiencias que el Sony Xperia X ha mostrado (cámara, autonomía, inferioridad en rendimiento, etc.), la situación en la que queda el nuevo smartphone de Sony es realmente compleja, pues no compite en igualdad de condiciones ni en precio ni en prestaciones. Una lástima. Veremos qué tal el Xperia X Performance.

Pros

  • Software. Durante varios años, Sony ha sido un ejemplo en el software. Una capa limpia, ligera y con añadidos como el modo STAMINA que resultan de gran utilidad.
  • Cámara. El módulo principal, el sistema de enfoque y la cámara secundaria son de primer nivel. Sony ha hecho un gran trabajo aquí.

Contras

  • Cámara. También aquí. A pesar del buen hardware y el excelente sistema de enfoque, el procesado aplicado por Sony sigue perjudicando gravemente los resultados.
  • Procesador. Aunque el rendimiento es muy satisfactorio, el Snapdragon 650 se encuentra muy por detrás de SoCs como el Snapdragon 820. En la gama alta, esa inferioridad se acaba pagando caro.

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