Es común saber sobre la exploración espacial o la exploración de los océanos; sobre misiones impresionantes y míticos personajes que se aventuraban a lo desconocido. La historia por ejemplo ha registrado también la exploración de países y territorios que impactó la vida de unos y otros; también sabemos de los largos viajes que cambiaron la forma en cómo se conocía a la Tierra y los seres que la habitamos, tales como los viajes de Charles Darwin o, con otros fines, los de Nikolai Vávilov.
No tan conocidas son las exploraciones como la del SG-3, conocido como Pozo Superprofundo de Kola (KSDB), sin embargo, las aportaciones científicas que se recabaron por esta ayudaron a entender un poco más la naturaleza de la corteza terrestre.
La perforación de este pozo comenzó el 24 de mayo de 1970, en la península de Kola en Rusia, dentro del territorio conocido como Escudo Báltico. La meta inicial del proyecto ambicionaba llegar a los 15 kilómetros de profundidad, para ello se echó mano de la tecnología de la perforadora Uralmash-4E y, años más tarde se utilizaría la llamada Uralmash-15000.
El proyecto, que fuera propuesto por el Consejo Científico Interdepartamental para el estudio de la Tierra en 1962, estuvo activo por casi dos décadas. En 1989 se alcanzó la profundidad máxima 12,262 metros de profundidad.
Una de las primeras fechas memorables de este proyecto fue el 6 de junio de 1979, día en el que batieron el récord del, hasta entonces pozo más profundo, Pozo Bertha Rogers en el Condado de Washita, Oklahoma de 9,583 metros. Otras serían el 10 de marzo de 1980 cuando alcanzaron la increíble profundidad de los 10,000 metros; y el 27 de diciembre de 1983 cuando se alcanzó los 12,000.
En 1984 el pozo sufrió un derrumbe significativo, esto hizo que las labores de perforación se retomaran desde los 7,000 metros y, probablemente, sea el motivo por el que no se lograría alcanzar la meta inicial. Y es que, luego de tantos años en función, el proyecto tuvo problemas de financiamiento por lo que tuvo que detenerse en 1992. No fue hasta 2005 que el proyecto se cerró definitivamente, y desde 2008 las instalaciones se encuentran abandonadas.
Los hallazgos
A decir verdad, puede decirse que los resultados que obtendrían de la perforación eran impredecibles. Tanto que la razón más importante por la que no continuó la perforación fue que a esas profundidades la temperatura alcanzó los 180°, los ingenieros habían calculado la mitad de esto, y la tecnología que se tenía entonces no podía trabajar a esos niveles.
Las muestras que se recolectaron dieron pistas a los científicos sobre los secretos de la corteza terrestre que, hasta entonces, se calculaban por métodos indirectos. El diámetro del pozo alcanzó poco más de los 20 centímetros. En esta infografía se muestra los elementos encontrados en las profundidades.
Los trabajos en el Pozo de Kola solo alcanzó un tercio de la corteza continental báltica (calculada con 35 kilómetros). Otros aspectos estudiados durante este proyecto fueron:
- Las discontinuidades sísmicas y el régimen termal en la corteza de Tierra.
- La composición física y química de la corteza profunda y la transición de la superior a una corteza más baja.
- Geofísica de la litosfera.
- Métodos para crear y desarrollar las tecnologías para el estudio geofísico profundo.
Para más información el siguiente, e interesante, documental en donde se muestra las condiciones actuales de las instalaciones del Pozo Superprofundo de Kola:
Fotografías de Rusadas.