La paleta de colores de un coche es vital para que en el momento del lanzamiento al mercado destaque, transmita el mensaje que los diseñadores han decidido (agresividad, deportividad, elegancia, amplitud, etcétera). Un color puede hacer que tu coche no se venda porque no sea atractivo o incluso todo lo contrario. Encontrar el término medio entre lo que quieren ver tus potenciales compradores, lo que quieres que vean para que presten atención a tu creación y no a la de la competencia y la paleta de colores que tendrá que elegir el cliente al comprar el coche, es de suma importancia. ¿Cómo se definen estos colores?

Tres años antes del lanzamiento de un coche se comienza a analizar las tendencias que estarán presentes en el momento del lanzamiento: colores, pigmentos, texturas, reflejos, etcétera. Tras haber realizado las propuestas a la dirección del proyecto y elegido los posibles colores que formarán la paleta de colores comienzan las pruebas.

paleta de colores

Los colores más elegidos en Europa son el blanco, el negro, el plata, el gris y el azul.

Cada modelo puede escogerse con unos 12 colores diferentes de media, muchos son viejos conocidos porque cada marca suele tener un color especial y que suele mantenerse a lo largo de la gama de vehículos. Pero también es cierto que el color de lanzamiento de un nuevo automóvil es muy importante y por ello los fabricantes gastan de media unos 1.000 litros de pintura en los 100 ensayos aproximadamente que realizan hasta encontrar el tono adecuado. Este tipo de análisis incluye también una batería de pruebas sobre chapa, en diferentes momentos del día y bajo todo tipo de ambientes (calle, aparcamientos, túneles...) para comprobar cómo se ve el coche.

El clima y la cultura de un país también tienen un papel determinante a la hora de definir qué color es propicio para un mercado u otro.

Seguro que te has fijado en que en los coches pequeños los colores tienden a ser más llamativos: naranjas, rojos o incluso violetas. En cambio los vehículos más grandes suelen elegirse con tonos oscuros y metalizados. Los ingredientes para las pinturas son solo tres: pigmentos, aluminio y mica. Con la combinación de los tres se pueden crear millones de colores pero solo llegarán a la paleta de colores unos 12, que son los que verá el cliente para elegir el color de su coche.

Cada conductor elige el color del coche por cómo quiere ser visto y es que el color de un coche lo elegimos para verlo en pocas ocasiones: al entrar al coche, al salir del mismo y pocas veces más.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: