ondas gravitacionales

El descubrimiento de las ondas gravitacionales, anunciado el pasado mes de febrero, confirmaba una vieja predicción realizada por Albert Einstein hace más de un siglo. Los resultados presentados por Advanced LIGO mostraban la determinación de "susurros cósmicos" procedentes de la fusión de dos agujeros negros ocurrida hace mil trescientos millones de años.

La detección de dos señales de ondas gravitacionales por Advanced LIGO permitió confirmar una predicción de Albert Einstein

La detección realizada por Advanced LIGO abría una nueva ventana de conocimiento al universo, gracias al trabajo de un equipo de más de mil científicos, entre los que se encontraba el grupo dirigido por la española **Alicia Sintes. Un estudio, publicado hoy en la revista Nature, ha realizado un "viaje en el tiempo" para conocer el origen de los agujeros negros que dieron lugar a las primeras ondas gravitacionales detectadas de la historia.

El equipo de Krzysztof Belczynski ha logrado desarrollar modelos numéricos de alta precisión para conocer la evolución de la señal GW150914 percibida por Advanced LIGO. Los agujeros negros iniciales, cuya fusión dio lugar a las ondas gravitacionales, tenían una masa equivalente a 29 y 36 veces el tamaño del Sol. En base a la modelización realizada por los investigadores, se postula que dichos agujeros negros procedían de estrellas masivas, que presentaban unas dimensiones entre cuarenta y cien veces más grandes que las de nuestro astro. En el momento en el que las estrellas colapsaron dieron lugar a los agujeros negros de los que procedió la primera señal, detectada en septiembre y que se dio a conocer en febrero por primera vez.

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El trabajo apunta que las estrellas masivas originales nacieron 2.000 millones de años después del Big Bang. Según sus resultados, las dos estrellas se convirtieron en agujeros negros cinco millones de años después, aunque su colisión tuvo que esperar más tiempo. No sería hasta los 10.300 millones de años posteriores cuando se produjo la fusión de los agujeros negros, a partir de la cual se emitieron ondas gravitacionales que llegaron a nuestro planeta 1.300 millones de años después. El modelo matemático que se muestra en Nature recoge una abrumadora recopilación de cifras y, lo que es más importante, nos permite volver la vista atrás a la historia de estas estrellas.

De acuerdo con J.J. Eldridge, de la Universidad de Auckland, el trabajo es muy interesante al ofrecer una hipótesis sobre la evolución estelar y la historia del cosmos. Además, plantea una forma muy curiosa de comprender el pasado del universo gracias a la modelización numérica. Conocer el origen de las ondas gravitacionales nos permitirá seguir avanzando en el campo de la astronomía gravitacional, después de que Advanced LIGO lograra detectar recientemente las segundas ondas gravitacionales de la historia.