Hemos llegado por fin a la parte final de la temporada. Y vaya que lo hemos hecho con un impresionante capítulo (por fin). HBO no se anduvo con rodeos al darnos a conocer hace tiempo el título de este noveno episodio: The Battle of the Bastards. Claro que sabíamos bien lo que se cocinaba luego de tres capítulos por demás lentos y sin mucha acción.
Lo mejor de todo es que el episodio es impresionante en todos los sentidos. Es descorazonador, despierta una impotencia incontenible, es claustrofóbico (más de lo que debería), sangriento, lleno de mucha acción y unas tomas increíbles. Y lo mejor de lo mejor: está lleno de deliciosa venganza.
El capítulo de la batalla más que esperada fue confeccionada bajo la dirección de Miguel Sapochnik, quien consiguió un efecto en verdad destacado que disfrutamos los miles de fans sintonizados a la transmisión. Antes que nada, la familia Stark sufre una baja más: es Rickon quien sucumbe ante un juego despiadado (el último) que juega Ramsay con él. Luego... luego vino la épica batalla.
Como elemento visual narrativo de este encuentro de bastardos sobresale que la vivimos desde el punto de vista de Jon; jamás lo abandona la cámara y muy poco podemos ver de lo que sucede al mermado ejército que pelea al lado de los Starks.
Como pudimos elucubrar antes, Sansa sí había escrito a Littlefinger exigiéndole la protección prometida. Claro que este espera a llegar en el último momento y salva la batalla que con no pocos esfuerzos apenas estaba librando y que, muy probablemente habría perdido Jon.
Lo mejor es la venganza de Sansa; que los estandartes de los Stark por fin resplandeciendo en Winterfell, justo como en una, que se antoja, muy lejana época. Rickon descansará por fin en las criptas donde yacen los Starks.
Ahora bien, del otro lado del mar nos encontramos con el regreso de la Madre de Dragones para solo darnos cuenta que no tiene intención de negociar y sí de dejar muy en claro que nadie ni nada la desmotivará de su empresa de recobrar el trono que le pertenece.
También pudimos ver cómo Asha y Theon Greyjoy han alcanzado la costa de Mereen para reunirse con Daenerys. Tyrion por su parte también obtiene un tanto de venganza al ver al disminuido Theon y no al soberbio muchacho que conoció en Winterfell que se la pasó bromeando acerca de su estatura.
Asha y Daenerys hace un trato de luchar juntas. Dany le pide lealtad, un Westeros unificado y acciones nobles en la batalla, es decir: no robar, no violar, no saquear. Sin duda Daenerys sabe jugar un juego distinto a todos.
Lo que nos queda es esperar el cierre de esta impresionante temporada con el próximo episodio final, que durará 69 minutos, el más largo de la historia de **Game of Thrones**.