La Ciudad de México se prepara para tener su primera constitución. Ayer, sus habitantes eligieron 60 de los 100 asambleístas que aprobarán o rechazarán la propuesta de constitución que el Jefe de Gobierno y su equipo de asesores redactarán para el 15 de septiembre. El partido Morena, obtuvo 22 curules, seguido del PRD con 19, en tercer lugar el PAN con 7 y después el PRI con 5. Los otros siete escaños se repartieron entre los partidos satélite y un independiente.
Aunque el partido dirigido por Andrés Manuel López Obrador ganó más curules en la asamblea para la constitución de la Ciudad de México por la vía electoral, la realidad es que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y de la Revolución Institucional (PRI) serán decisivos para la redacción de la constitución, pues son las tres facciones dominantes de la asamblea.
De acuerdo con corte de 13:01 hrs del PREP, la asignación de diputados de la #ConstituyenteCDMX sería así @INEMexico pic.twitter.com/Qm1UwM2yPG
— Javier Santiago C. (@jsc_santiago) 6 de junio de 2016
Por Morena votaron más de 632.000 capitalinos y por el PRI cerca de 200.000. Aunque la diferencia es grande, el PRI tendrá 21 lugares y Morena 22, ¿por qué? Según las reglas del juego, 40 de los 100 asambleístas fueron designados por la clase política, "por dedazo", como decimos en México. Seis de ellos por el presidente (del PRI), seis por el Jefe de Gobierno de la Ciudad (del PRD) , 14 por los senadores y 14 por los diputados en representación nominal. En ambas cámaras (senadores y diputados) la presencia priista es dominante. Por lo tanto, el priismo se impuso en la asamblea de la ciudad desde el gobierno federal.
En suma, de los cien lugares el PRD tendrá 29, Morena 22, el PRI 21, PAN 14, El Partido Verde 3, el Partido Nueva Alianza otros 3, el Partido Encuentro Social 3, Movimiento Ciudadano 2, un independiente y dos lugares aún por designar.
El fracaso de los independientes
Obviamente, no podía ser la constitución “más moderna de América Latina” sin la posibilidad de tener candidatos independientes, sin embargo, la infraestructura partidista volvió a ganar, marginando a los independientes, quienes desde el principio tuvieron las cosas más que complicadas cuando el Instituto electoral les pidió reunir 76.000 firmas en un mes y medio para poder ser registrados.
El priismo se impuso en la asamblea de la ciudad desde el gobierno federal
Se calculaba que un candidato independiente necesitaba cerca de 25.000 votos para convertirse en asambleísta, algo que en teoría no debió haber sido difícil pues ya habían reunido al menos 76.000 firmas de electores registrados para poder ser elegible, pero de acuerdo con la aprticipación electoral necesitaba 32.000 votos. De 21 independientes, solo uno lo consiguió: Ismael Figueroa Flores, dirigente del sindicato de bomberos y quien fue acusado durante la campaña de extorsionar a sus agremiados para conseguir votos.
Los independientes no fueron el único fracaso, la elección en general lo fue. Pese a que se redactará la primera constitución de la Ciudad de México y normalmente esta región tiene una alta participación electoral, esta vez cerca del 70% de los electores decidió quedarse en casa y no votar.