Los coches conectados van a tener que enviar y recibir muchos datos, algunos confidenciales como la posición del vehículo, para que la conducción autónoma del futuro llegue a buen término. Los ensayos han comenzado y llegan las primeras conclusiones en forma de protocolos de conexión entre coches, infraestructuras y ciudades. La siguiente generación V2X hará hincapié en la seguridad porque si las comunicaciones no son seguras, despídete del coche autónomo.

Los sistemas de comunicación V2X: V2I para comunicación de coches con infraestructuras, V2V para comunicar coches entre sí y V2P, dedicada a la conexión entre vehículos y aplicaciones peatonales, van a recibir una nueva generación del protocolo que usan para poder trabajar de forma independiente o, y esto es lo interesante, complementar otras tecnologías de los coches conectados.

La siguiente generación V2X se está probando actualmente y han acumulado más de 400.000 horas de test.

El fabricante Savari es uno de los más activos en este campo y ha presentado sus nuevos productos compatibles con esta nueva generación de las comunicaciones V2X, alguno de ellos como el MobiWAVE OBU ya son casi un estándar en la industria al ser empleados por casi todos los fabricantes de componentes y automóviles.

Las mejoras en el protocolo también afectarán a la precisión de los datos en situaciones complicadas como túneles o zonas de baja afluencia del tráfico. Los fabricantes ya están realizando las primeras pruebas en Europa y Estados Unidos para poder cumplir el objetivo de conectar coches, con personas y ciudades en la próxima década.

La seguridad es primordial para los coches conectados, antesala de los vehículos autónomos, porque solo un fallo puede llevar al futuro de los coches a un pozo sin salida. Savari y otros fabricante están trabajando activamente en esta tecnología empleando nuevos protocolos que garanticen tanto la integridad de los datos como la imposibilidad de intercepción de los mismos.