Sí, es una patente. Pero en el caso de Canon no es la primera vez que vemos cómo se materializa una propiedad industrial en un producto para el público consumer profesional, y lo cierto es que lo que la compañía tiene ahora entre manos es bastante interesante como para que pase desapercibido por las diferentes oficinas de patentes y marcas.
Y es que la patente Nº 2016-102852 de Canon describe un brutal objetivo de 1.000 mm f/5,6 DO en un cuerpo increíblemente compacto. Bueno, compacto para un cacharro de semejante categoría y tamaño. La patente, que fue presentada en 2014, ha salido pública esta semana y nos permite dar un vistazo a su hermano mayor, el EF 1.200 mm f/5,6 USM de Canon, que es otro de los grandes juguetes de la compañía presentado para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984.
Por ello, lo interesante del asunto es que la compañía usa el 1.200 mm como base para este monstruo de 1.000 con una salvedad: DO, es decir, el acrónimo de Canon para las ópticas difractivas, una tecnología de lente para enfocar la luz de una manera que permita crear una mayor distancia focal sin la necesidad de crear una lente más grande o más pesada.
Con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro a la vuelta de la esquina, no sería descabellado pensar que Canon sorprendiese con su nuevo monstruo de forma casi inminente