El transporte de mercancías por vía marítima es un sector muy importante para la logística de casi todas las empresas y al igual que en el sector del automóvil la automatización va a transformar por completo el transporte por carretera, los barcos autónomos pueden revolucionar un sector que no siempre tenemos en la mente.
Muchos fabricantes de automóviles están saliendo de su zona de confort para abarcar nuevos sectores, ya sea porque consideran que el futuro del motor pasa por el de la movilidad o, como el caso de Rolls-Royce, porque son una empresa de ingeniería que quiere abarcar otros sectores, en este caso el transporte de mercancía por vía marítima. Y lo quieren hacer con barcos autónomos que prescindan totalmente de tripulación y por tanto de capitán para hacer el transporte marítimo eficiente, seguro y tecnológico.
El primer prototipo está en marcha: un barco autónomo de 65 metros de eslora.
Los barcos autónomos podrían significar una revolución total en el sector gracias a la innovación de un fabricante de vehículos de lujo. Rolls-Royce está trabajando en estudiar la viabilidad de este tipo de proyectos bajo el nombre de Advanced Autonomous Waterbone Applications Initiative (AAWA), un objetivo que no quieren conseguir solos ya que cuenta con el apoyo de otras empresas y universidades.
Estos barcos autónomos se controlarían desde un centro de operaciones que se podría situar a miles de kilómetros y que funcionaría como la torre de control de un aeropuerto. La navegación autónoma de barcos podría marcar un antes y un después en el futuro de la conducción autónoma.
El futuro huele a autónomo en la práctica totalidad de sectores relacionados con el transporte: aviones, barcos, trenes y coches. El trabajo en materia de innovación en todos estos campos está siendo muy importante y los frutos comenzaremos a verlos en pocos años.