Desde su irrupción en América Latina, el zika ha sido una auténtica pesadilla sanitaria. La ausencia de un método diagnóstico para detectar el virus en los afectados, junto con los casos de microcefalias observados (el último, en España, llevaron a la Organización Médica Colegial a declarar la enfermedad como "emergencia sanitaria global". A día de hoy, cuarenta y cuatro países han notificado el contagio de personas por casos autóctonos de zika. La lucha contra la infección, sin embargo, cuenta ahora con un aliado inesperado.
Científicos de la Universidad de Harvard han logrado un método para detectar el zika en menos de tres horas. Según publican en la revista Cell, el test es capaz de diagnosticar la presencia del virus en muestras de saliva y sangre de pacientes afectados. En una entrevista concedida al periodista Antonio Villarreal en El Español, Claudio Struchiner, epidemiólogo en la Fundação Oswaldo Cruz, afirmaba que "en realidad no sabemos cómo de rápido se está moviendo el virus porque la diagnosis no se hace bien". La carencia de una herramienta para detectar el zika y diferenciarlo de virus similares, como el dengue, podría explicar también el infradiagnóstico de la infección, tal y como apuntaba Ignacio López Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra.
El método de diagnóstico puede detectar el virus en muestras de sangre o saliva, además de ser un sistema portátil y económico
El test presentado consiste en unas tiras de papel que cambian de color en función de si el virus está o no presente. Como se ve en la imagen destacada, los puntos amarillos indican que las muestras están libres de zika, mientras que el tono violenta apunta un resultado positivo de la infección. El trabajo para desarrollar este método de diagnóstico se basa en una investigación anterior por la que también se consiguieron detectar biomarcadores para confirmar o descartar la presencia del virus del ébola en pacientes. El sistema publicado en la revista Cell es portátil y de bajo coste, lo que podría facilitar su implementación y uso en las zonas más desfavorecidas. Además, el test se basa en CRISPR-Cas9, una de las tecnologías genéticas más revolucionarias de los últimos tiempos.
Los investigadores han destacado que el método para diagnosticar el zika alcanza "concentraciones sin precedentes" al situarse en la escala de lo femtomolar. Sin embargo, los científicos del Instituto Wyss, perteneciente a la Universidad de Harvard, aclaran que se trata de "una prueba de concepto", dado que el sistema sólo se ha probado para detectar el virus en el plasma de macacos. En su opinión, el test podría estar listo para ser comercializado en unos meses, lo que podría facilitar la lucha contra esta enfermedad. Su trabajo se une a los buenos resultados obtenidos por la compañía Quest Diagnostics, que recientemente logró la autorización para uso de emergencia por parte de la FDA, la autoridad competente en Estados Unidos. Este método, al igual que el sistema presentado en Cell, no están todavía disponibles para ser empleados en la práctica clínica. De confirmarse su eficacia, contaremos con una herramienta imprescindible para diagnosticar la enfermedad y mejorar el seguimiento y los tratamientos contra el zika.