En **Marte* existieron océanos hace 3.400 millones de años. Esa es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista Scientific Reports*, que ha confirmado que en el planeta rojo se produjeron dos tsunamis como consecuencia del impacto de sendos meteoritos. El rastro de aquellos tsunamis, según el trabajo, puede ser analizado hoy con los sedimentos detectados. Sus resultados aportan más evidencias al hallazgo de un antiguo océano en Marte, como apuntaron desde el Observatorio Europeo Austral hace un año.
El impacto de meteoritos provocó la aparición de tsunamis en el planeta rojo. Sus huellas pueden ser estudiadas todavía en Marte
"Los tsunamis requieren que existan mares u océanos", asegura a Hipertextual el Dr. Jesús Martínez Frías, jefe del grupo de meteoritos y geociencias planetarias del CSIC en el Instituto de Geociencias (CSIC-UCM) y director de la Red Española de Planetología y Astrobiología (REDESPA). Aunque no es la primera vez que se sugiere la aparición de tsunamis en Marte, el trabajo "ofrece una prueba muy sólida del pasado húmedo de Marte", según señala el Dr. Alberto G. Fairen, científico del Centro de Astrobiología y de la Universidad de Cornell, que ha participado en el estudio. Para Pedro J.M. Costa, el geólogo de la Universidad de Lisboa que fue el primero en proponer la existencia de tsunamis en Marte, el trabajo publicado hoy aporta nuevas evidencias para apoyar aquella hipótesis. "La ciencia avanza a pequeños pasos. Este artículo es un paso en la dirección correcta a pesar de varias cuestiones que no se explican por completo", comenta a Hipertextual.
Las imágenes obtenidas vía satélite han permitido a los investigadores analizar algunos sedimentos que se extienden durante cientos de kilómetros por la superficie marciana. "Es un trabajo muy interesante, que ahonda más en la múltiple evidencia que estamos obteniendo de la existencia de un gran mar en el Marte primitivo", comenta a Hipertextual el Dr. Josep M. Trigo, investigador principal del grupo de meteoritos, cuerpos menores y ciencias planetarias del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC). En su opinión, "durante el periodo Hesperiano e incluso antes el agua corría abundantemente sobre la superficie del planeta rojo". Las conclusiones del trabajo de Scientific Reports no hacen sino confirmar las sospechas que tenían los científicos desde hace décadas. "Algunos de los sedimentos que hemos identificado están compuestos por salmueras fosilizadas, y en algunos casos conservan su morfología original prácticamente inalterada", apunta Fairen a este medio. A su juicio, es lícito plantear que su composición sea parecida a la que presentaba hace miles de millones de años, por lo que también podría esconder pistas sobre la naturaleza de estos antiguos océanos marcianos e incluso la presencia de vida en Marte.
Vincular el impacto de meteoritos con la generación de tsunamis sobre el planeta rojo, según Martínez Frías, es una "hipótesis coherente, novedosa y atrevida". Sin embargo, este no tendría por qué ser el único proceso que llevara a la aparición de tsunamis en el primitivo océano de Marte. Una mayor actividad geodinámica interna, con volcanes y terremotos, también podrían haber provocado estos tsunamis que hoy se estudian a partir de los sedimentos que dejaron sobre la superficie marciana. Esta opinión es compartida por Costa, quien critica que "el impacto de las huellas geomorfológicas en Marte podría ser interpretado a través de otro proceso y no exclusivamente por los tsunamis". El científico pone como ejemplo la región Banda Aceh (Indonesia), que fue devastada por el tsunami que golpeó el océano Índico en 2004. "Incluso en la Tierra depósitos de tsunamis y sus huellas son difíciles de reconocer sólo unos pocos años después de los hechos", asegura. El investigador portugués coincide en la interpretación de que los meteoritos causaron los tsunamis en Marte, pero mantiene la cautela sobre el rastro que estos pudieron dejar en el planeta rojo.
Se necesitan misiones de exploración y campañas de prospección para confirmar in situ la hipótesis de los tsunamis en Marte
De acuerdo con Fairen, el impacto de los meteoritos sobre Marte, sin embargo, no fue demasiado grande. Estos cuerpos rocosos formaron cráteres no mayores de 30 kilómetros de diámetro, en comparación con el cráter del impacto que acabó con los dinosaurios, de 180 kilómetros de diámetro, que sí tuvo consecuencias globales en la Tierra. Su rastro en forma de sedimentos, estudiados por los científicos desde los años ochenta, ha permitido aportar evidencias muy sólidas sobre el mar que pudo cubrir la superficie del planeta rojo. Un gran océano primitivo que, según las conclusiones del trabajo, pudo congelarse debido al cambio climático que afectó a Marte entre los dos tsunamis.
En opinión de Trigo, el cartografiado de muy alta resolución y futuras misiones de exploración serán claves para conocer más acerca de los sedimentos analizados, la existencia de este gran océano e incluso las posibilidades de vida en el pasado. Costa también apunta en esta dirección. "Más imágenes vía satélite serán útiles, sin duda, pero no suficientes. Sólo una campaña de prospección adecuada para recuperar los sedimentos será capaz de confirmar esta hipótesis. Tenemos que encontrar evidencias sedimentarias que apoyen plenamente estas conclusiones", señala el geólogo de la Universidad de Lisboa. En ese sentido, tal y como dice Fairen a Hipertextual, "el rover **ExoMars** de la ESA aterrizará en 2020 no muy lejos de los sedimentos dejados por los tsunamis". Será entonces cuando podamos cartografiar y estudiar sobre el terreno el rastro de estos antiguos tsunamis que parecen confirmar la existencia de un océano primitivo en Marte.