Sin duda alguna, Leonardo da Vinci fue una persona sin igual. Su espíritu es, sin duda, el espíritu del propio renacimiento. Probablemente, cuentan los historiadores, jamás ha existido nadie con tantas virtudes y proezas en tantas disciplinas tan distintas. No por nada, su genio marcó una antes y un después en la historia de la humanidad. Precisamente, con la intención de buscar los orígenes de esta genialidad, surgió el proyecto Leonardo, una iniciativa que analiza diversos aspectos de la vida del prócer. Entre ellos, su ADN, su vida diaria y sus relaciones. Ahora, uno de los puntos clave se centra, precisamente, en su material genético. ¿Guardaba su genoma algún secreto especial? Los científicos siguen en una extensa cruzada investigadora en busca de respuestas.
El ADN de Leonardo da Vinci
Los supuestos restos del genio están enterrados en la capilla de Saint Hubert, en Amboise, Francia. De ellos se ha obtenido el ADN. Ahora, hay que comprobar que realmente es su ADN. Al igual que ha ocurrido recientemente con los restos de Cervantes, hace falta un trabajo extenso y riguroso para asegurar la procedencia. Para ello, los investigadores han rastreado a algunos familiares del genio, incluyendo a su padre (su tumba) y, según aseguran, algunos parientes lejanos actuales cuya genética está relacionada. Con el material obtenido de estos, en primer lugar, el estudio realizará las pruebas de rigor que aseguren la procedencia del ADN. Una vez confirmada la presencia de Leonardo da Vinci, el siguiente paso será un "desglose" del material genético.
Esto servirá para detectar las diferencias genéticas existentes entre las personas que, teóricamente, tienen un genoma "más parecido". También ayudará a observar dichas diferencias con respecto al genoma del ser humano que ya tenemos catalogado. Para poder llegar a este punto, eso sí, habrá de pasar varias barreras, entre ellas algunas legales. En definitiva, el trabajo de análisis genético todavía tiene mucho camino por delante. Pero todo trabajo parece poco cuando se trata de Leonardo da Vinci. La cuestión que nos surge, en realidad, es otra: ¿de verdad tendrá resultados este proyecto?.
Pintando un cuadro
El proyecto Leonardo tiene como finalidad pintar un complicado lienzo. En él se encuentran escenas de todo tipo: microbiológicas, históricas, genealógicas, antropológicas... juntos, los expertos pretenden reunir el mayor compendio de información jamás obtenido sobre Leonardo da Vinci y su vida. Como explicábamos, el objetivo es desvelar un poco de su genialidad a través de parámetros nunca estudiados (o al menos no como hasta ahora). Así, por ejemplo, una vez identificado el ADN y confirmados los restos, los investigadores podrán analizar cosas como el rostro real del genio, la hipotética dieta que seguía o qué enfermedades padeció, entre otras cosas. Estos son sólo algunos de los aspectos a los que la investigación da pie y que permitirán reconstruir el verdadero devenir de Leonardo da Vinci.
Una de las partes que más interesan al proyecto es el apartado de las "habilidades" que poseía el genio, refiriéndose a su fisiología. Por ejemplo, su agudeza visual, su destreza manual y otras. Para poder determinarlas, se comparará extensivamente los datos genéticos con otros obtenidos del estudio de sus obras y documentación previa. Este es otro aspecto más de este gran cuadro sobre Leonardo da Vinci que trata de formalizarse en la búsqueda de respuestas ante sus increíbles habilidades.
¿Qué obtendremos de todo esto?
En principio no existe ningún objetivo práctico más allá del histórico. Es decir, imaginemos que, efectivamente, en el mejor y más extraordinario de los casos, obtenemos una diferencia genética notable y clara. Esto, en sí, tampoco nos sirve para nada en particular. Excepto para seguir estudiándola, por supuesto. Actualmente no tenemos capacidad, ni intención, de usar datos genéticos para nuestro beneficio (más allá de la cuestión puramente médica). Osea, la intención final es satisfacer nuestra curiosidad sobre la vida del genio.
Actualmente no tenemos capacidad, ni intención, de usar datos genéticos para nuestro beneficio, más allá de la cuestión médica
Esto no es un objetivo baladí. Repetimos, Leonardo da Vinci es, probablemente, el ser humano más prolífico de la historia. Su brillo iluminó la que se llama la época del "renacimiento", un tiempo que vio florecer, de nuevo, la cultura, el arte y la ciencia. Si este hecho no es suficiente como para darle valor al proyecto Leonardo, nada lo será. Pero más allá del apartado histórico, por el momento no tenemos más intenciones que las de arrojar luz sobre una figura que cambiaría nuestra historia para siempre.