A finales del siglo XIX, un grupo de médicos y sopladores de vidrio idearon las primeras lentes de contacto en Alemania. Aquellas primeras versiones estaban producidas con vidrio, y eran capaces de corregir los defectos visuales más comunes del momento. No obstante, su elevado peso las convertía en una solución compleja e incómoda.
Casi cincuenta años más tarde, aquella arcaica idea sufrió una gran evolución: el paso del vidrio al metacrilato y otros materiales más “blandos”. Esto convirtió a las lentes de contacto en una solución más solvente y adecuada para el uso diario, transformando así la vida de todos sus consumidores.
Las lentes de contacto han sufrido una evolución mínima desde su creación. Por suerte, compañías como Google o Samsung ya están trabajando en su futuro.
Pero, desafortunadamente, poco avance hemos presenciado desde aquella última evolución. Sí, nuevos materiales han llegado, al igual que modelos capaces de alterar el color del iris de una sutil forma; pero, a nivel conceptual y potencial, las lentes de contacto actuales son muy similares a las que podíamos encontrar hace unas décadas.
Por suerte, el ritmo de la industria está a punto de dar un giro de 180 grados. Y es que compañías como Samsung, Google o Sony ya están trabajando en nuevos modelos de lentes de contacto capaces de ofrecer algo más que una mejora visual o un cambio de color del iris. Estas lentes de contacto son más ambiciosas y prometen medir niveles de glucosa en sangre o hacer de la realidad virtual algo más invisible de lo que hasta ahora hemos podido imaginar.
Desde el laboratorio secreto Google X (spin-off del gigante de internet Google), surgieron las primeras lentes de contacto capaces de medir los niveles de glucosa del ser humano. Estas lentes de contacto inteligentes utilizan sensores en miniatura y antenas más delgadas que un cabello humano para medir y compartir los niveles de glucosa en sangre, convirtiéndose así en un producto sorprendentemente útil para personas con diabetes.
Paralelamente, una pequeña startup conocida como Triggerfish también está trabajando en unas lentes de contacto inteligentes capaces de combatir el glaucoma, una enfermedad ocular que resulta en una pérdida de visión total o parcial con el paso del tiempo. Más concretamente, la misión de estas lentes de contacto es medir las variaciones de presión ocular, alertando tanto a su propietario como al médico en caso de detectarlas. Su propuesta ha sido aprobada incluso por diferentes organismos reguladores como la FDA (EEUU).
Las lentes de contacto del futuro permitirán prevenir enfermedades y realizar mediciones más complejas del ser humano
Sony, por su parte, también está experimentando con las lentes de contacto en sus laboratorios de I+D internos. Su propuesta resulta más tecnológica y menos “medicinal”: tomar fotografías con un simple guiño de ojos. Estas lentes de contacto fotográficas montarían diversos sensores capaces de transformar una lente de contacto convencional en una cámara fotográfica.
Entre las características más destacables de la patente solicitada por Sony destacan la *posibilidad de hacer zoom, enfocar en diferentes zonas, ajustar la apertura* e incluso compartir las fotografías de forma inalámbrica con diferentes dispositivos (como ordenadores, smartphones o incluso tablets).
Google también ha solicitado diferentes patentes más allá de su propuesta relacionada con las mediciones de glucosa. Una de las más recientes sugiere la inclusión de celdas solares capaces de obtener energía de la luz ambiental y, por consiguiente, alimentar los circuitos de las lentes de contacto inteligentes del futuro. Esto permitiría la eliminación de baterías (repletas de componentes químicos) y, sobre todo, una mejor gestión del espacio.
Esas mismas lentes de contacto serían capaces de medir temperaturas, niveles de alcohol en sangre, alergias o incluso procesar datos reales como los precios o las señales de tráfico, lo que se convertiría en un primer paso hacia la realidad aumentada con la que tanto han insistido algunos expertos en la materia.
Las lentes de contacto del futuro convertirán la realidad aumentada en el estándar
De hecho, Samsung ya está dedicando numerosos esfuerzos en ese campo. Viendo su apuesta por la realidad virtual (mediante productos como las Gear VR), la compañía también parece estar trabajando en la realidad aumentada, capaces de alterar los elementos de la vida cotidiana y de convertir la interacción con la tecnología en algo mucho más invisible y natural que nunca.
Esta propuesta, conocida popularmente como Gear Blink —procedente de una patente solicitada por Samsung— contaría con una cámara, una pantalla y diferentes sensores y antenas capaces de medir constantes vitales. Estas lentes de contacto mantendrían una conexión permanente con el smartphone, el cual procesaría la información recogida por las mismas.
Más allá de las grandes compañías, universidades como la de Michigan también se están adentrando en esta nueva tendencia. En su caso particular, **la Universidad de Michigan han desarrollado lentes de graneo capaces de capturar todo el espectro infrarrojo, lo que permitiría gozar de visión nocturna, entre otras muchas aplicaciones.
Aunque pueda parecer excesivamente futurista, la realidad es que estas nuevas tendencias ya se están aproximando a las tiendas**, y será cuestión de tiempo que estas se estandaricen como la tendencia a seguir —mucho mejor que productos como Google Glass—.