Junio de 1989. Tras diversas medidas represivas ejercidas por el gobierno comunista chino, son miles los estudiantes que salen a las calles de Pekín a manifestarse. El objetivo es claro: alterar la dirección tomada por el gobierno y cambiar el futuro de la nación, la cual, en aquel momento, se enfrentaba a serias dificultades. El gobierno chino, ante la respuesta repulsiva del colectivo estudiantil, envió parte de sus tropas a la Plaza de Tiananmen, epicentro del movimiento.
Los periodistas escondieron los carretes fotográficos en los baños para evitar la censura
Durante el camino, el ejercito chino asesinó a cientos de civiles no armados que ocupaban la Plaza de Tiannamen y sus alrededores. Posteriormente, las fuerzas de seguridad chinas requisaron y destruyeron todo el material relacionado y el gobierno implantó una intensa censura respecto a lo sucedido durante aquellas semanas en las calles de Pekin.
No obstante, los periodistas extranjeros que se encontraban en aquel lugar, pudieron extraer contenido fotográfico muy revelador sobre lo ocurrido en la Plaza de Tiananmen. Una de esas piezas es la fotografía de Tank Man (Hombre Tanque en castellano), un hombre que dificultó el paso de los tanques Type 59 del ejercito chino por las calles de Pekín como medida de protesta. La imagen cobró una gran repercusión y se posicionó como un fiel reflejo de la triste situación que sufría china en aquellos momentos.
La identidad del hombre que protagonizó la foto es completamente desconocida, de la misma forma que la vida del mismo. Diarios como Sunday Express sostienen que se trataba de un estudiante de 19 años conocido como Wang Wellin. La versión oficial sostiene que el individuo no fue localizado por el gobierno chino, pasando completamente desapercibido durante el resto de su vida. No obstante, existen diversas teorías más controvertida, entre las cuales destaca la ejecución del individuo días después del incidente a manos del ejercito chino.
Fuera de China, la fotografía se convirtió en un símbolo
Como resultado de la intensa censura aplicada en el territorio, la fotografía de Tank Man y, sobre todo, su simbolismo, son completos desconocidos entre la población china. Especialmente entre los más jóvenes, los cuales, tras observar la fotografía fuera de su país, mostraron asombro y absoluto desconocimiento de la tragedia. Muchos de ellos llegaron a responder que se trataba de un montaje artístico.
Fuera del país, la fotografía se convirtió en todo un símbolo, cosechando inumerables premios y convirtiéndose en una de las fotografías más destacadas del siglo XX.