Mark Zuckerberg ha demostrado ser un excelente hombre de negocios durante los 12 años desde que fundó Facebook en su habitación de Harvard. Ha ido aprendiendo rodeándose de excepcionales mentes como Sheryl Sandberg, COO de Facebook, o Peter Thiel, primer inversor privado en la compañía y miembro de su junta directiva desde entonces.

No solo eso, ha conseguido mantener el control absoluto de la compañía después de múltiples rondas de inversión y una salida a bolsa. Facebook es Zuckerberg, y Zuckerberg es Facebook. Y al igual que la banca, Mark siempre gana.

Zuckerberg fue capaz de pilotar de las páginas de perfiles y crear el muro, que hoy conocemos como Newsfeed. Este nuevo modelo de red social eliminó la necesidad de ir perfil a perfil, y dando cierta ansiedad al usuario para estar al tanto de todo lo que ocurre en todo momento.

El siguiente gran acierto fue liberar la plataforma de Facebook a desarrolladores externos. Convirtió Facebook en una mina de juegos online, encuestas y demás. Conseguía mantener a los usuarios dentro de Facebook para jugar a juegos que de otra forma estarían fuera.

También fue una de las aplicaciones que estuvo desde el primer día como aplicación para iOS. Mientras Twitter tardaría años en tener su aplicación oficial, y otros pensaron que con una web móvil era suficiente, Zuckerberg y su equipo vieron el potencial de que su icono estuviera perenne en las pantallas de inicio de potencialmente millones de usuarios. Hoy, la mayoría de los usuarios acceden exclusivamente a Facebook desde móvil.

Fotos, juegos online, noticias, mensajería instantánea, vídeo en directo. Facebook siempre ha sabido mutar en lo más importante

Las páginas de las marcas consiguieron dar a las grandes empresas una identidad dentro de Facebook. Para muchas multinacionales su página de Facebook es su principal activo online. La utilizan como canal por donde atraer visitas y compras, o interactuar con sus clientes. En medio de la relación queda Facebook ganando increíbles cantidades de datos por una parte, y miles de millones con las inversiones en publicidad dentro de Facebook de estas empresas.

Con el tiempo el dominio de esta actividad hizo a Facebook dar otro salto. Ajustando el algoritmo que decide qué muestra y qué no muestra, consiguió adaptar y personalizar la página de inicio a cada usuario. Empresas que antes veían como podían alcanzar cientos de miles de usuarios gratuitamente, ahora tenían que pagar para competir por un puesto privilegiado. Google quería parte de la gigante tarta que Zuckerberg se estaba comiendo, pero tres años después, Google+ se demostró lo que fue desde el inicio: un fracaso.

Antes de que Instagram despegara y se convirtiera en la fuerza de marketing que es hoy en día, Twitter y Facebook supieron ver este futuro e intentar hacerse con la red social de fotografía. Zuckerberg fue mucho más ambicioso, rápido y decidido que Dick Costolo, el entonces CEO de Twitter. Hoy Instagram es bastante más utilizado que Twitter, y con mejores ingresos por publicidad. Costolo admitió que no haber cerrado la compra de Instagram fue “su mayor error” al frente de Twitter.

Facebook fue pionero en la nueva era de mensajería instantánea. Con la base de usuarios creciente supo adaptarse. Forzaron a los usuarios a instalar otra aplicación de mensajería instantánea. A pesar de enfadar a algunos usuarios e infringirse daño a corto plazo, la jugada se ha visto maestra. Hoy en día Facebook Messenger es la segunda plataforma de mensajería mundial. Y pronto será la primera cuando supere a WhatsApp, también de su propiedad.

Facebook Messenger y WhatsApp son la espada y la pared que atrapan al resto de servicios de mensajería mundiales

Hoy Facebook Messenger se ha convertido en un activo tan importante como la aplicación primaria de Facebook. Puedes desde pedir un taxi a charlar por vídeo. La amplitud del Messenger ha permitido mantener WhatsApp simple al máximo, y así poder luchar por dos audiencias distintas.

Blitzkrieg económico

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La compra de WhatsApp fue una sorpresa. El acuerdo, trazado en secreto y directamente entre los CEO de ambas compañías, fue sellado en cuestión de días. Zuckerberg se aseguraba una plataforma extra que costaría poco mantener pero con un alcance increíble y predominante fuera de donde Facebook era líder. Facebook Messenger y WhatsApp son la espada y la pared que atrapan al resto de servicios de mensajería mundiales. Si Google o Microsoft hubieran comprado WhatsApp, Facebook se habría visto en una posición débil.

De camino, Facebook ha tenido varios reveses que no han podido torcer su trayectoria. Zuckerberg intentó comprar en varias ocasiones Snapchat. Mismo modus operandi: un blitzkrieg monetario. Pero todas las reuniones cara a cara entre él y Evan Spiegel han acabado con respuesta negativa. Ha intentado emular varias veces con Poke y Slingshot, sin éxito.

Otra reunión similar fue la que mantuvo con Palmer Luckey, fundador de Oculus. Los múltiples campos de la realidad virtual: videojuegos, vídeo, interacción social, serán claves en el futuro. Al comprar una compañía madura pero con un producto sólido, y con la colaboración de Samsung, ha conseguido situarse en el centro del mercado.

Hoy son los bots de Messenger y el vídeo en directo dentro de la propia Facebook lo que pretende asentar como próximas grandes plataformas. Potenciado por sus 1.500 millones de usuarios, difícil será que no sean un éxito.

Hoy Facebook es una plataforma de plataformas. Un gran conglomerado, y en el trono, Mark Zuckerberg. ¿Qué será lo próximo? Nadie sabe, pero está claro que Zuckerberg sabe cómo pilotar su nave entre los vientos más fuertes, y que no duda en romper algo que funciona para intentar conseguir algo más grande y que funcione mejor.