La formación de los Estados nacionales, poblacional y administrativamente integrados de veras, es una historia de siglos, la de la lenta evolución de las monarquías feudales a las absolutas y, en la actualidad, con las democracias representativas. Sin embargo, hoy es prácticamente ilusorio hablar de naciones con la cultura globalizada, pero las unidades de administración política siguen funcionando, aunque sea con la cesión de soberanía a organizaciones mayores formadas por varios Estados. En esta tesitura, la mayor parte de ellos cuentan con una historia centenaria, pero hay algunos que son muy recientes, resultado de separaciones conflictivas o acuerdos pacíficos; obviando a los risibles microestados, son los países más jóvenes del mundo.
Los Estados con menos de treinta años de historia
Vaya por delante que el reconocimiento internacional de un país como Estado soberano es irrelevante para determinar que en verdad lo sea de facto. Por ello, comienzo con el hecho de que Eritrea logró su independencia de Etiopía en 1987, tras diversos conflictos y una guerra de cuatro años que acabó decidiendo las cosas. Había sido colonia italiana desde 1890 hasta la Segunda Guerra Mundial; en 1941 fue arrebatada por los británicos, que la administraron hasta 1952, año en que se federó con Etiopía. Pero, cuando fue relegada a una simple provincia etíope, empezaron los problemas, y aún no han concluido, por lo que la ONU sigue interviniendo en sus fronteras en el noreste de África. Su reconocimiento internacional como Estado llegó en abril de 1993, y su población vive bajo un régimen represivo.
Tras la disolución de la República Federal Socialista de Yugoslavia, situada en los Balcanes, en 1991, se desgajaron de ella Eslovenia, Croacia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina, con las subsiguientes Guerras Yugoslavas. La polémica República de Osetia del Sur proclamó su independencia de Georgia también en 1991, y Abjasia, en 1992. Ambos países lo hicieron de facto, lo que ha propiciado varios enfrentamientos armados desde entonces, y sólo algunos Estados del mundo los reconocen como independientes, como Rusia, Venezuela o Nicaragua.
Hubo una vez un país llamado Checoslovaquia, que fue fundado en 1918, tras la Primera Guerra Mundial y la disolución del Imperio Austrohúngaro. Durante la Segunda, entre 1939 y 1945, fue ocupado por Alemania, que lo anexionó a su Tercer Reich. Pero en enero de 1993 se materializó su separación en dos Estados independientes, la República Checa y Eslovaquia. Este cambio histórico de mutuo acuerdo fue conocido como el Divorcio de Terciopelo, en referencia a las circunstancias pacíficas que se dieron cuando acabó la dictadura del Partido Comunista gracias a la Revolución de Terciopelo en 1989.
Con poco más de 21.000 habitantes repartidos en unas 340 islas de origen volcánico y coralino al norte del Pacífico, en el mar de Filipinas, Palaos es un Estado que se independizó nada menos que de Estados Unidos en octubre de 1994. Tras el dominio español y alemán, los japoneses ocuparon las islas en 1914, durante la Primera Guerra Mundial, a petición del Imperio Británico, que les fueron arrebatadas por los estadounidenses en 1944, durante la Segunda.La región de los Balcanes es la que más nuevos Estados ha visto nacer en los últimos 30 años: Eslovenia, Croacia, Macedonia, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Montenegro y Kosovo
Timor Oriental había sido una colonia portuguesa del Sudeste Asiático desde 1512, con sesenta años bajo la corona española durante la Unión Ibérica, entre 1580 y 1640; y cuando la dictadura de Salazar cayó en 1975 con la Revolución de los Claveles, la isla proclamó su independencia en agosto de ese año. Pero no le duró mucho, pues en diciembre fue invadida por Indonesia con el apoyo de Estados Unidos y el repudio de la ONU. Su anexión condujo a un auténtico genocidio de timorenses, no sólo durante la ocupación, sino también tras la consulta popular de agosto de 1999, en la que casi el 79% de la población votó por una nueva independencia a pesar de las intimidaciones. Soldados de la ONU intervinieron en septiembre, y tras elegir Presidente en abril de 2002, la independencia fue proclamada en mayo.
En ya mencionada disolución de la República Federal Socialista de Yugoslavia en 1991, Serbia y Montenegro continuaron unidas como la República Federal de Yugoslavia tras un referendo de Montenegro celebrado en abril de 1992, que tuvo una participación de un escaso 66% de los votantes. En febrero de 2003, con una nueva Constitución, el territorio pasó a llamarse como sus dos repúblicas unidas; en mayo de 2006, más de la mitad de los montenegrinos votó independizarse de Serbia, y su Parlamento lo proclamó en junio. Así que, desde entonces, son dos Estados independientes el uno del otro.
En septiembre de 1991 fue la primera vez que Kosovo, de población mayoritariamente albanesa, declaró que se separaba de Serbia de facto. Esto sucedió después de que su autonomía como provincia serbia fuese revocada por el Gobierno nacionalista del criminal Slobodan Milošević, y la declaración unilateral llevó a la guerra, tras la que fue administrado por las Naciones Unidas hasta su independencia en febrero de 2008.
Pero el Estado soberano más joven del mundo en la actualidad es Sudán del Sur, que proclamó su independencia tras un referéndum en julio de 2011. El pueblo avungara y el azande habían conseguido mantener a raya tanto a los colonizadores franceses y belgas como el avance del Islam hasta finales del siglo XIX, tiempo en que tango egipcios como británicos se inmiscuyeron en su territorio. Tras diversos encontronazos violentos, se hizo efectiva su unificación en 1956 como la República del Sudán, pero las tensiones étnicas provocaron dos guerras civiles desde 1955, y la segunda no concluyó hasta el acuerdo de paz de 2005, por el que se concedía la autonomía del Sur, que fue refrendada y oficial seis años después.