Tras dominar Android durante sus inicios, HTC cedió el liderazgo del mercado mundial a Samsung y sus vecinos continentales. No sabemos muy bien qué ocurrió, pero es bueno saber que la travesía por el desierto de HTC ha acabado.El HTC 10 es un excelente terminal al que podemos encontrarle pocos peros. Pero de momento seguimos sin tener "el smartphone definitivo con Android". Habría sido una historia muy bonita que escribir, pero no es así.
Hecho de una sola pieza de aluminio (en colores negro, plateado y dorado), y cubierto por un cristal Gorilla Glass de 4ª generación, el HTC 10 rebosa ergonomía a pesar de su tamaño y su peso. Sube hasta 161 gramos, algo más de lo que estamos acostumbrados en terminales que rozan las 5” como el iPhone 6 o el Huawei P9. El peso no nos ha molestado, 20 gramos de diferencia no hacen mucho, pero con los años todo se nota.
Volviendo a los materiales, el HTC 10 es sólido y tiene un aspecto de durar mil batallas. Junto con el Gorilla Glass 4 te resistirá muchos accidentes, pero no lo tomes como un móvil indestructible.
La pantalla es una SuperLCD 5 de 5,2 pulgadas y resolución 2K, es decir 2560 x 1440 píxeles. Los colores son muy acertados, y el contraste es más que correcto. En este sentido es muy similar a la del iPhone 6s, pero la del HTC es ligeramente peor cuando estamos en la calle y el sol brilla mucho. Pierde también comparada con las SuperAMOLED del Galaxy S7.
Bajo la pantalla nos encontramos con uno de los grandes cambios de este modelo con respecto a sus antecesores. HTC incorpora tres botones capacitivos con el orden estándar de Android: atrás, inicio y recientes. El botón de inicio también sirve de lector de huellas dactilares —con una excelente sensibilidad y fiabilidad— aunque no se presiona como por ejemplo el de los Galaxy.
Al estar fijos en la parte física del teléfono, no se puede cambiar la configuración de los botones como en los móviles que tienen botonera de software. Cada opción tiene pros y contras, a nosotros particularmente nos encantan ambas.
La botonera ocupa el lugar que antes quedaba para los altavoces frontales. Así que HTC ha aprovechado para pasar uno a la parte inferior del teléfono —encargado de los sonidos graves— y el otro queda en la posición tradicional aunque reducido —encargado de los agudos—. El HTC 10 tiene un excelente sonido, seguramente el mejor que vayas a escuchar en un smartphone. Definitivamente mejor que el que sale de los altavoces de un Galaxy o iPhone.
Para mejorar el audio, HTC incorpora una aplicación capaz de adaptar vía software el audio. Básicamente te permite crear un perfil de ecualizador de audio específico para tus oídos o tus gustos. Estaría bien poder ocultar las notificaciones constantes cuando HTC está activando Boomsound, pero de momento no se puede… y pueden llegar a ser muy irritantes.
El HTC 10 tiene un excelente sonido, seguramente el mejor que vayas a escuchar en un smartphone.
Supera con creces nuestras particulares pruebas de escuchar podcasts de audio mientras nos duchamos, y conseguir que se escuche bien en el coche mientras nos da instrucciones de GPS en un atasco.
El software
El terminal es casi Android puro. HTC ha decidido eliminar sus aplicaciones que repetían funcionalidad ya disponible por las apps de Google, y mejorado las suyas. Las aplicaciones que HTC mantiene lo hacen renovadas con una interfaz totalmente Material Design. Siguen manteniendo Blinkfeed, que bajo nuestra lupa aporta poco. Otro cambio que mantiene arrastrado del HTC A9 es que el listado completo de aplicaciones se desplaza en vertical en vez del tradicional horizontal. Y no hay opción de cambiarlo si no cambias de launcher.
Especial mención a HTC Boost, que se encarga de vigilar y que podamos ajustar el rendimiento y consumo del smartphone. Un gran acierto que permitirá a los taiwaneses actualizar más rápido sus terminales que sus rivales, manteniendo diferenciación. Diferenciación a la que se suma poder emitir a dispositivos con AirPlay de Apple, como por ejemplo un Apple TV.
HTC quiere destacar con Freestyle la capacidad para personalizar todo, absolutamente todo en nuestra página de inicio. Haciendo que podamos mover iconos, poniéndolos donde queramos —sin cuadrículas— y con el aspecto que queramos. Algo que seguro los más jóvenes y con más tiempo libre aprovecharán. Para nosotros, el modo normal es más que suficiente.
Viaje a su interior
HTC ha añadido casi todo lo que se le puede pedir. El mejor procesador que tenían disponible, un Snapdragon 820, acompañado de 4 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento. No son muchos, pero no se queda corto. Para asegurar que tienes sitio para todos tus archivos, incorpora lector de tarjetas microSD de hasta 2 TB.
El cifrado de disco completo, así como un excelente balance entre personalización y Android normal, son dos grandes noticias
Un gran punto para los taiwaneses es que el HTC 10 viene con el cifrado de disco activado de fábrica, al igual que el Nexus 6P. Una gran medida digan de aplaudir que otros fabricantes no se atreven a activar. La opción puede ser desactivada por el usuario, eso sí.
Por motivos que desconocemos, el HTC 10 no tiene certificación de resistencia al agua, así que no hemos probado a sumergirlo debajo del grifo. Seguramente pueda resistir alguna que otra mojadura accidental, como casi todos los terminales de gama alta. Pero la falta de certificación es un punto en contra. Un terminal de este calibre y coste debería poder ser sumergido.
En el apartado de batería hemos notado algún altibajo durante estos días, pero en general un rendimiento más que notable y sin preocupaciones en este aspecto. Supera el día de uso medio de sobra, pero no alcanza los dos días que dice HTC.
Tiene carga rápida QuickCharge 3.0 de Qualcomm, pero no tiene carga inalámbrica. Un punto clave cada día para más terminales de alta gama.
No hemos podido probar la funda Ice View del HTC 10 que promete muchas mejoras, así que dejamos este punto fuera de la reseña.
La cámara… ¿es la mejor del mercado?
Hablemos de la cámara. Los últimos tres años, HTC se ha caracterizado por incluir cámaras que prometían mucho pero luego en el momento de la realidad fallaban y se quedaban atrás. Este año, la cámara del HTC 10 es de calidad superior.
Es difícil estimar si es mejor, o peor que la del Galaxy S7 o la del iPhone 6s Plus, pero ciertamente el resultado es muy bueno. 12 megapixeles “ultrapíxeles 2.0”, grabación de vídeo 4K y una aplicación de cámara propia muy buena con modo profesional fácil de usar. Sin duda, el gran salto de HTC está en la cámara.
La cámara se comporta bien en todos los aspectos, incluyendo noches, días, interiores y exteriores. El enfoque láser añade un buen grado extra, pero no es tan rápida como la del Galaxy S7 a la hora del enfoque.
Conclusión
Un gran terminal que completa la trifecta con el Galaxy S7 y el Huawei P9 en terminales Android con los que no te vas a equivocar.
El hecho de que sea el sucesor de terminales que quedaron a medio gas hace más impresionante la gesta, y no podemos esperar a ver qué nos ofrece en otoño o el año que viene HTC.
Está disponible en España por 749 euros. En cuanto a Latinoamérica, no tenemos precios, aunque sí tenemos fechas: 28 de abril en México, 11 de mayo en Perú, 12 de mayo en Chile y 17 de mayo en Colombia. Lamentablemente a Latinoamérica solo llegará el color negro.
La mejor HTC ha vuelto y el HTC 10 es un smartphone con el que nadie se puede equivocar.
Pros
- Gran cámara:* excelente rendimiento en casi cualquier situación. Gran sonido:* el mejor que hemos escuchado en un smartphone. Cifrado completo de disco:* gracias a HTC por atreverse donde otros no. Android casi limpio:* un excelente balance entre personalización y Android básico. Bien construido:* probamos muchos terminales, pero pocos tan buenos como el HTC 10.
Contras
- Sin carga inalámbrica:* se hace indispensable. Resistencia al agua:* sin certificación. Ya es necesaria para estos precios. Mayores opciones de almacenamiento:* chips de 64 o 128 GB habrían sido útiles para muchos. La tarjeta SD está bien, pero incluso las de alto rendimiento no trotan al mismo ritmo.