El hallazgo de un cetáceo en descomposición en Madrid sorprendió a todo el mundo. El descubrimiento de este organismo contradecía la canción del verano de 1989, convertida en himno de la capital por The Refrescos. Por una vez, y sin que sirviera de precedente, parecía que en la ciudad había playa. Aunque estuviera al lado de un carril bici. El delfín de la Casa de Campo, encontrado por un viandante, fue estudiado por la patrulla de la Policía municipal para comprobar si tenía microchip y posteriormente trasladado al centro de protección animal por su avanzado estado de descomposición.
Los expertos consultados coinciden en la posible "intención de conservar el esqueleto" al haber sido encontrado el cetáceo envuelto en una malla metálica
El misterioso cetáceo ha sido objeto de una polémica sobre su origen y la especie a la que pertenece. La Unidad de Medio Ambiente sigue trabajando en la investigación, aunque ha declarado en redes sociales que el ejemplar no pertenecería al Zoo de Madrid o al Parque Faunia. Desde Hipertextual nos hemos puesto en contacto con los responsables de prensa de ambas entidades, pero en el momento de la publicación de este artículo no habían realizado declaraciones sobre el tema. ¿De dónde procede el delfín de la Casa de Campo? ¿Cómo llegó ahí? ¿Y qué tipo de cetáceo es? Preguntas que, por el momento, solo pueden ser respondidas mediante hipótesis y especulaciones hasta que no concluya la investigación oficial. Los expertos consultados por este medio plantean las siguientes teorías:
¿Procede del zoo de Madrid o de Faunia?: El Dr. Antonio Laborda, especialista en zoología marina, opina que "es probable" que el ejemplar no sea del zoo o del acuario "porque tienen otros medios de deshacerse de un cadáver y no tienen por qué hacerlo de forma clandestina". La bióloga María García, por su parte, señala que "está clara la intención de conservar el esqueleto, pero no sabe si para fines de centros como un zoo, ya que a la larga les van a prohibir tener a estos animales en cautividad". El investigador Álvaro Fernández Montero, experto en zoología marina, también descarta a priori que proceda del zoo-acuario o de Faunia. "Cuando nace en una explotación zoológica, un veterinario debe certificar el momento de nacimiento y le implanta un chip de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), que no ha sido encontrado", explica a Hipertextual. Fernández Montero también comenta que por las imágenes tampoco parece una especie clásica del zoo acuario de Madrid, "el típico delfín gris" en el que podemos pensar, añade.
¿Tráfico de especies?: María García ve "muy difícil" esta hipótesis. "Alguien que paga por un espécimen así, dudo que luego lo suelte allí", apunta la bióloga marina. Laborda dice que "es posible" que se trate de un ejemplar involucrado en el tráfico de especies. Sin embargo, los tres especialistas consultados por Hipertextual creen que la hipótesis más probable es que el delfín de la Casa de Campo tuviera otro destino: la ornamentación.
¿Conservación del esqueleto?: la idea señalada por García sobre la "intención" de conservar el esqueleto es apoyada tanto por Fernández Montero como por Laborda. El profesor de zoología comenta que, si la intención de alguien relacionado con la taxidermia fuera obtener el esqueleto, "habría enterrado [al ejemplar] con el fin de que la naturaleza hiciera su función y por la causa que fuera alguien (animal o humano) lo hubiera desenterrado y luego abandonado". Fernández Montero señala que el hecho de que el delfín de la Casa de Campo estuviera recubierto por una malla metálica sostiene esta idea, ya que "es una práctica típica del montaje de huesos, para que no se pierdan". Laborda también incide en esa posibilidad, al explicar que el objetivo de esa red metálica podría ser que "no se desperdigaran los huesos, una vez que la carne hubiera desaparecido".
¿Qué especie es?: aunque el cetáceo se ha popularizado como el delfín de la Casa de Campo, los expertos comentan la dificultad de reconocer una especie únicamente a través de las fotografías publicadas. Fernández Montero, por ejemplo, explica que "al principio pensó que era una cría de poco tiempo por la morfología, con un hocico muy alargado". La dentición desarrollada y el tamaño, sin embargo, hicieron que el científico cambiara de opinión. Según señala a Hipertextual, no cree que sea un "odontoceto típico marino" sino que piensa que sus dimensiones, dentición y el hocico puede que correspondan a una especie que vive en ríos muy caudalosos. "Antiguamente tenían más espacio y muchos de esos animales han ido extinguiéndose, como en China, por lo que ahora están muy protegidos", dice. Laborda también coincide en que puede ser un ejemplar de agua dulce, aunque también plantea que el delfín de la Casa de Campo corresponda a una especie "marina del tipo que en Sudamérica llaman franciscana, en todo caso exótica y no de las que frecuentan nuestras costas". El zoólogo considera que, tras revisar de nuevo las fotografías, el hocico no parece tan largo proporcionalmente, por lo que las dudas en la identificación aumentan. García, sin embargo, apunta que el delfín de la Casa de Campo parece de agua salada "ya que la dentadura del [delfín] rosado -una especie de agua dulce- es más especial".
Los interrogantes sobre el delfín de la Casa de Campo continúan mientras la investigación sobre el origen del misterioso cetáceo prosigue. Según el estudio realizado por científicos del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, el ejemplar mide 1,90 metros de largo, "está momificado y lleva muchísimo tiempo muerto". El análisis del ADN que comenzará a partir de ahora ayudará a esclarecer las dudas sobre la especie. La intriga sobre el ejemplar madrileño sigue abierta.