Entre las extinciones masivas destacadas que han ocurrido en nuestro planeta, destaca especialmente una. Y no solo porque supusiera el final de la etapa geológica conocida como Cretácico, sino porque provocó la desaparición de unos seres vivos fascinantes: los dinosaurios. Hace 60 millones de años, los antepasados de las aves actuales se evaporaron de la faz de la Tierra sin dejar rastro. Su extinción, que pudo ser provocada por la caída de un meteorito, sigue siendo motivo de debate para la ciencia. Por eso un equipo de investigadores ha comenzado una expedición en el cráter Chicxulub, con el fin de realizar una perforación submarina que revele los secretos sobre la extinción de los dinosaurios.
La zona terrestre del impacto ha sido estudiada en los últimos treinta años. Pero la región submarina del cráter Chicxulub es todavía un misterio científico
El pasado viernes 8 de abril, los científicos comenzaron a perforar la desconocida área submarina, dado que la zona terrestre del impacto sí ha sido estudiada durante las últimas tres décadas. El Consorcio Europeo para la Perforación Oceánica (ECORD, por sus siglas en inglés), junto a investigadores de la Universidad de Austin (Texas, Estados Unidos), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Imperial College de Londres, ha comenzado a analizar esta zona del Golfo de México con un presupuesto de 10 millones de dólares. Es la primera vez que los científicos taladran Chicxulub, la región submarina que podría revelar nuevos detalles sobre la extinción de los dinosaurios.
Según recoge El País, el Dr. Jaime Urrutia, uno de los miembros de la expedición, declaró que la perforación va más rápido de lo esperado. Por el momento han avanzado 450 metros bajo la superficie marítima. Un logro imposible hasta la fecha por falta de recursos económicos y financieros. El estudio de Chicxulub nos permitirá determinar cómo se formaron los anillos del cráter, el tipo de actividad hidrotermal que se generó después del impacto, cómo volvieron los microorganismos a esta región y cuánto tardó el oceáno en recuperar su estado normal.
De este modo los investigadores analizarán a fondo Chicxulub, conocido por ser el cráter más grande y mejor conservado de la Tierra provocado por el impacto de un meteorito. La Expedición 364 tratará así de determinar algunos de los secretos más fascinantes que guarda todavía el mar sobre la extinción de los dinosaurios. El estudio de los treinta científicos que forman parte del proyecto se realizará gracias a una plataforma, similar a las usadas para extraer petróleo, que se encuentra 30 kilómetros mar adentro.