Un agujero negro 450 millones de veces más grande que el Sol

Paseando por la ciudad a nadie le extrañaría encontrarse con un enorme rascacielos. Es un lugar donde podemos esperar que esté. Sin embargo, ¿quién no se sorprendería al toparse con un enorme edificio de setenta y cinco plantas en mitad de una pequeña aldea de montaña? Bueno, pues esta sencilla analogía puede ponernos en la piel de los investigadores de Berkeley, quienes han encontrado evidencias de que los agujeros negros supermasivos pueden ser más comunes de lo que pensábamos en un principio. Y es que se han topado con su existencia en lugares completamente extraños según lo que sabemos sobre ellos. ¿Y qué quiere decir esto? Tal vez nos encontremos ante la prueba de que, sencillamente, todavía queda mucho que descubrir sobre ellos.

¿Qué son los agujeros negros supermasivos?

Ya os hemos hablado en varias ocasiones de los agujeros negros. Estos gigantes son auténticos "sumideros" que engullen toda la materia cercana. Su masa es tan enorme que modifican el campo gravitatorio de su alrededor de una forma brutal. De hecho, es común decir, coloquialmente hablando, que ni la luz es capaz de escapar al influjo de un agujero negro. Pero si un agujero negro parece monstruoso, los agujeros negros supermasivos son aún más sobrecogedores. Hablamos de titanes galácticos con la masa de millones o decenas de miles de millones de soles como el nuestro. Se estima que las galaxias, en su centro, están regidas por un agujero negro supermasivo. Existen numerosas evidencias para pensar que en el centro de la Vía Láctea acecha Sagitario A, uno de estos agujeros negros supermasivos.

Event Horizon Telescope: en busca de la primera imagen de un agujero negro

Entre otras diferencias, los agujeros negros supermasivos son tan colosales que su tamaño les confiere propiedades únicas. Por ejemplo, su densidad es mucho menor la de sus hermanos menores. Por otro lado, el horizonte de sucesos, la última línea que podemos observar, es enorme. Grandísima. Tanto que abarca, a veces, sistemas solares enteros o más. Por último, la conocida como fuerza de marea, provocada en sus inmediaciones, es mucho menor debido también al tamaño de su radio. Otro aspecto misterioso de los agujeros negros supermasivos es su origen, un tema que todavía se discute ampliamente debido a su rareza. Mientras que algunos parecen haber sido formados por la suma de supercúmulos de estrellas, otros parecen haber sido alimentados por una cantidad ingente de polvo estelar; y los últimos podrían haber aparecido en los primeros momentos de la historia del universo. Sin embargo, ninguna de estas explicaciones es del todo satisfactoria.

Donde menos te lo esperas

Por su formación, sus características y su historia estelar, los agujeros negros supermasivos se esperan solo en ciertas regiones del espacio. Por eso, los investigadores se sorprendieron enormemente al toparse con NGC 1600 en un punto alejado del clúster Coma. Un clúster es un conjunto estelar enorme que define una región del espacio. La región donde se ha encontrado a NGC 1600 es una región desierta, con casi ningún tipo de materia estelar a 200 millones de años luz de aquí. Hasta la fecha, los agujeros negros supermasivos más grandes, con más de diez mil millones de masas solares, solo se habían encontrado en el centro de las galaxias, en regiones muy pobladas y cargadas de estrellas. NGC 1600 tiene nada menos que diecisiete mil millones de masas solares. Alcanza, casi, al récord Guinness de los agujeros negros supermasivos, NGC 4889, que tiene unas veintiún mil millones de masas solares.

ngc 1600 junto a otros cuerpos celestes
ngc 1600 junto a otros cuerpos celestes

Toparse con NGC 1600 "al final" del clúster Coma ha sido como encontrar ese enorme rascacielos en una aldea perdida del Himalaya. Esto implica varias preguntas. ¿Cómo se ha formado? Y ¿cuándo? ¿Es esta la punta del iceberg? NGC 1600, por sus características, no parece ser una excepción. Eso quiere decir que los agujeros negros supermasivos podrían "acechar" en casi cualquier parte del universo. Al menos, desde luego, en partes del universo que jamás habríamos contemplado. "NGC 1600 podría ser el primer agujero negro supermasivo existente fuera de un entorno rico" explica el profesor Chung-Pei Ma, de la Universidad de California, "y podría ser el primer ejemplo de descendencia de un cuásar que no ha existido en un lugar privilegiado".

En busca de gigantes en el cielo

Además de sus características, este agujero negro supermasivo parece haber "alejado de sí al resto de estrellas"La iniciativa MASSIVE busca todo tipo de información sobre la existencia y formación de los agujeros negros. Uno de sus objetivos principales es encontrar cualquier tipo de indicio que nos ayude a revelar los secretos de objetos como NGC 1600, el cual ha sido observado gracias al telescopio Gemini de Mauna Kea. NGC 1600 es un agujero negro supermasivo y viejo, además de misterioso. Aparte de estas características, este agujero negro supermasivo parece haber "alejado de sí al resto de estrellas". Este hecho hace sospechar que el enorme astro fue, tiempo atrás, una combinación de agujeros negros cuya gravedad "lanzó" a las estrellas cercanas por efecto gravitacional. La investigación liderada por MASSIVE tiene como finalidad tratar de explicar cómo se ha formado el universo, cuáles son sus mecanismos y qué es lo que nos espera ahí afuera. Porque a cada paso que damos, a medida que vamos entendiendo un poco más sobre lo que nos rodea, el universo parece un lugar más maravilloso. Pero también más grande e inhóspito. En definitiva, el lugar que alberga todo lo que podemos entender.

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