Cuando pensamos en las sondas y robots que tenemos en Marte, casi todo el mundo recuerda rápidamente al rover Curiosity. Incluso hay quién recuerda al Opportunity o la Viking. Pero si hay un auténtico héroe robótico en toda esta aventura, ese, probablemente, sea el Mars Reconnaissance Orbiter. Esta nave ha sido pionera en la exploración del planeta rojo. Y hoy se cumplen diez años desde que se puso en su órbita. Así que la NASA, con todas las razones del mundo, le han dedicado algunos pensamientos especiales, incluyendo un espectacular vídeo. Repasemos el trabajo de la MRO.
Mars Reconnaissance Orbiter, más y mejor
Tal y como anuncian orgullosamente desde la Agencia Espacial Estadounidense, la Mars Reconnaissance Orbiter transmite cada semana, ella sola, más información que las otras seis misiones activas en Marte juntas (semanalmente). La cantidad de información increíblemente sensible de la MRO (el acrónimo de la sonda) ha permitido entender la dinámica del planeta, todavía activa. También nos ha abierto la puerta a su pasado y ahora podemos comprender algo mejor qué ocurrió milenios atrás sobre su superficie. Uno de los últimos descubrimientos tal vez todavía resuene en nuestras cabezas: la posibilidad de que exista agua estacional en algunos puntos de Marte. Esto supondría un antes y un después en lo que sabemos sobre el planeta y, puede que también, sobre la vida extraterrestre.
Los hallazgos de la Mars Reconnaissance Orbiter se deben principalmente a su estupenda instrumentación, que incluye una cámara con resolución telescópica para encontrar detalles "minúsculos" desde el espacio; una capacidad inusual de autonomía que le permite monitorizar los cambios estacionales del planeta sin problema (y descubrir las diferencias, claro); y una cámara de espectroscopía que consigue trazar un mapa de la composición superficial del planeta. Y estos son solo algunos de sus elementos. También es capaz de identificar estructuras geológica de las capas superficiales del planeta o identificar el tipo de clima que se desenvuelve en toda la superficie del planeta. En definitiva, una sonda con la que podemos observar el planeta rojo como nunca antes. Y gracias a la Mars Reconnaissance Orbiter estamos mucho más cerca de comprender qué ocurrió, qué ocurre y qué ocurrirá en Marte.
Tal día como hoy...
En un 10 de marzo de 2006, la Mars Reconnaissance Orbiter llegaba por fin a la órbita de Marte. Casi un año antes, el 12 de agosto de 2005, un cohete Atlas (V) lanzaba la sonda al espacio para comenzar su viaje. Tras varios meses de inserción en la órbita marciana, el 4 de septiembre acabó la fase de frenado y estabilización. La MRO se convirtió así en la cuarta sonda que ha orbitado Marte. Entre sus objetivos estaba la identificación de un lugar adecuado de aterrizaje para las que serían las futuras misiones de reconocimiento. Incluso para una futura misión tripulada. Ya el, 29 de septiembre de 2006, Su potente cámara obtuvo una increíble imagen del cráter Victoria donde se aprecia, incluso el rover Mars Opportunity. Y este solo fue el comienzo.
Soporte orbital
Como si de una película de ciencia ficción se tratase, uno de los papeles cruciales de la Mars Reconnaissance Orbiter es apoyar desde el cielo el trabajo de los robots de superficie en Marte. Así, con la increíble fotografía realizada al cráter Victoria, el equipo en la Tierra **puede dirigir al Opportunity en su devenir por la superficie marciana**. Los datos de la sonda son imprescindibles para planear las misiones de todos los robots en superficie, de manera que podamos dirigir los esfuerzos a las zonas más interesantes. Con ella podemos prepararnos, también, ante eventos que podrían estropear la misión, como tormentas, barrancos y demás. Sin duda, además de la monitorización, la Mars Reconnaissance Orbiter es esencial para la ejecución del resto de misiones.
Gracias a la sonda podemos ver que a día de hoy, en la superficie de Marte, se desarrollan avalanchas, tormentas de polvo, heladas y otros eventos. También, como decíamos, en estos diez años, gracias al trabajo combinado de la Mars Reconnaissance Orbiter, junto con el resto de misiones, ahora conocemos muchísimo más sobre los tres de los periodos que rigieron el planeta rojo. Así, podemos enfocar las investigaciones de superficie en los puntos más interesantes, maximizando la información que obtenemos. Información que combinada con la Mars Oddysey, que orbita Marte desde 2001, nos abre una ventana sin igual a nuestro vecino rojo. Por todo ello, hoy, tras diez años de servicio, la Mars Reconnaissance Orbiter se merece, sin duda, un pequeño reconocimiento.