DJ Neight (Flickr)

Hasta ahora, normalmente cuando hablamos de avances respecto a comunicación con el cerebro lo hacemos sobre implantes que nos pueden ayudar a solucionar problemas como la epilepsia, la parálisis cerebral o el alzheimer. Pero sus posibilidades suelen ser limitadas, de análisis y sólo en algunos casos más activas que pasivas a día de hoy. Con ratas ya vimos que han conseguido que ciertos comportamientos aprendidos no se trasnmitan de unas a otras, pero sí se puedan aprender mucho más rápido. En los HRL Laboratories van un paso más allá, y dicen haber conseguido algo así con humanos mediante estimulación cerebral.

Como ya dijimos en artículos anteriores, tal y como se cuenta, se piensa en Matrix y en las capacidades enseñadas e instaladas en segundos vía software. En esta realidad en 2016, la cosa es distinta y menos ambiciosa. Según los investigadores, mediante el uso de impulsos eléctricos realizados a través de electrodos insertados en el cerebro, han conseguido trasladar parte del conocimiento de un piloto a aprendices que utilizan simuladores, y, ante su sorpresa, estos últimos han aprendido la tarea un 33% mejor que un grupo con el que se trabajó con placebo.

Aun así, más que aprender técnicas concretas y transmisión de conocimiento, lo que muestra el estudio es que hay maneras de estimular el cerebro para que durante ciertos períodos de tiempo aprenda con más facilidad.

Según el responsable del proyecto, la estimulación cerebral puede ser útil para aprender a conducir con más facilidad, o incluso para adaptarnos mejor a un nuevo lenguaje, en vez de tener que pasar horas y horas estudiando. Al parecer, la clave está en el proceso de la neuroplasticidad, por el que el cerebro cambia cuando aprendemos algo nuevo. En este caso se mejora a nivel de conocimientos, pero también a nivel de destrezas.