La carrera espacial, antes entendida como una lucha entre USA y la URSS que dio pie a una de las épocas más importantes de la historia contemporánea ya no existe. Pero el destino pronto le ha encontrado un sustituto, esta vez dentro del mismo territorio y entre compañías privadas, por eso de la sana competencia. SpaceX y Blue Origin. Elon Musk y Jeff Bezos.
A pesar de que ambas cabezas visibles de la nueva exploración espacial no son rivales de forma directa, o al menos eso dan a entender, lo cierto es que la revalidad entre las ambas compañía por la carrera espacial y por los contratos gubernamentales para la próxima misión tripulada fuera del ámbito de la ISS, está empujando a ambas compañías a competir entre sí, y eso no está beneficiando a todos a los que nos gustaría ver cómo el hombre pone el pie en Marte algún día.
Ahora, la compañía de Bezos, después del éxito de su última misión tiene otro hito en mente: empezar a hacer pruebas con humanos para ponerlos en el espacio antes de 2017, y además convertirlo en un negocio rentable a largo plazo, pues según el fundador de Blue Origin y Amazon, miles de personas tienen gran interés en pagar por un viaje en una nave suborbital, algo que puede servir además para realizar pruebas pertinentes antes de lanzarse al espacio.
La idea es hacer vuelos suborbitales para las masas
No obstante el plan de fondo no es convertirse en la gran compañía aeroespacial que algún día aterrice su nave en Acheron-426, pero si empezar con el desarrollo, fabricación y venta de motores y sistemas de cohetes para otras compañías como United Launch Alliance, la joint venture de Lockheed Martin Space Systems y Boeing Defense.
No obstante, a Jeff Bezos no le preocupa que Blue Origin sea o no la primera compañía privada de turismo espacial para las masas, pues el verdadero objetivo en el que está centrado la compañía ahora mismo es el de perfeccionar sus equipos para poder realizar 100 vuelos suborbitales al año.