El movimiento en el mercado móvil -más allá de iOS y Android- es una utopía desde hace ya demasiado tiempo. Los cambios que comenzaron en 2007 acabaron prácticamente en el momento en que Blackberry fue desapareciendo del mapa, dejando un escenario muy dominado por Android, seguido de iOS (con gran cuota en mercados muy desarrollados) y con un Windows en smartphones, que también se acerca a cifras cercanas a la irrelevancia. En este contexto, existen otros proyectos que tratan de venderse como alternativas a lo cerrado de los líderes para hacerse con cuotas de mercado, como Firefox OS o Ubuntu para smartphones.

En el contexto del MWC 2016 de Barcelona hemos pasado un largo rato probando el Meizu Pro 5, que, tras el lanzamiento del bq Aquaris E5 HD, queda como el mejor hardware disponible para disfrutar del sistema operativo móvil de Canonical.

El sistema es muy personalizable, como vemos en la posibilidad de gestionar los Scopes.
El sistema es muy personalizable, como vemos en la posibilidad de gestionar los Scopes.

Como ha ocurrido en otras ocasiones, Meizu ha sido el único fabricante al que Samsung vende sus procesadores Exynos, y en este caso monta el chip Exynos 7420 del Galaxy S6, garantía de velocidad y potencia para mover cualquier demanda. Y aunque no me parece nada nuevo cómo smartphone englobado dentro de la gama media alta, lo interesante aquí es qué aporta su sistema y qué tal rinde, y respecto a lo segundo, nada mal en el rato que estuve probando.

Uno de los mayores problemas de Ubuntu para smartphones es que sus grandes valores no son para el mercado masivo, sino para el nicho

Respecto a lo primero, debo decir que el sistema tal y como fue pensado por Canonical me resulta bonito y con líneas limpias y planas que se agradecen. Además, todo el control del sistema se realiza con interacción mediante gestos, y para mí aquí es donde nace el gran problema. Aunque me encanta el control por gestos, reconozco que de momento no es una idea para el gran público, y que la gente necesita puntos más sólidos a los que aferrarse para salir de estados del sistema. Android e iOS avanzan en esa dirección, pero mantienen elementos como el botón home o los soft buttons como ayuda instantánea para cambiar cualquier situación.

Ubuntu 6

Luego está la idea de los Scopes, espacios personalizables donde encontramos una unión de muchas ideas. Vemos inspiración en launchers inteligentes de Android o la pantalla viva de Tiles de Windows 10 Mobile, pero la personalización es mucho mayor, pudiendo dedicar al home un Scope para aplicaciones pero también uno donde encontremos un "Today", un "Nearby" para eventos cercanos, avisos metereológicos, agendas culturales, feeds RSS para noticias, música, vídeos, etc. Como idea está bien, pero es la manera de alimentarse, APIs públicas de servicios web, mucho menos completas que otras que encontramos en aplicaciones nativas de otros sistemas.

Ubuntu 5

Y ese es el punto clave. Aunque existen aplicaciones nativas, pero casi toda la esperanza está puesta en que ante la poca proliferación de ellas, todo siga basado en aplicaciones web, y ese es para mí el punto más triste, pues si algo aprendimos con aquel intento de Apple de que las webapps reinaran, es que como lo nativo no hay nada de cara al rendimiento y a la productividad, por mucho avances que se hayan hecho sobre HTML5, por ejemplo. Esto provoca que si bien servicios muy basados en web como Telegram tuvieron su aplicación pronto (aunque ya exista una nativa limitada), otros como WhatsApp no pueden ser traídos por desarrolladores o por la propia Ubuntu.

La multitarea y otros aspectos funcionan muy bien, pero no hay nada que hacer funcionar para la mayoría de usuarios.
La multitarea y otros aspectos funcionan muy bien, pero no hay nada que hacer funcionar para la mayoría de usuarios.

Por otra parte, aplicaciones de las que el sistema hace gala como Gmail o Facebook me parecen pobres en el sentido de que sólo aportan la funcionalidad y la estética web, que en el caso de Gmail está descuidada porque Google no ha adaptado su interfaz a Material Design, y por ejemplo sólo se pueden adjuntar archivos hasta 5 MB. En el caso de Facebook, cualquier cosa que hagamos hace perder la posición, a diferencia de sus aplicaciones nativas (que tampoco son la panacea). Twitter es más de lo mismo.

Gmail es el mejor ejemplo de que las aplicaciones web no pueden sostener una experiencia completa estos días.
Gmail es el mejor ejemplo de que las aplicaciones web no pueden sostener una experiencia completa estos días. Demasiada dependencia de Google.

En 2010 los intentos contra el dominio de los grandes podían tener sentido, y quizá ahora también lo tenga para aquellos que tengan otra visión y quieran cambiar cosas. Pero aspirar a hacerse con el mercado son palabras mayores. Incluso Microsoft no ha sido capaz de hacerse un jugador importante -con su plataforma- en el mundo móvil. Otros más pequeños como Canonical, con Ubuntu para smartphones, nadarán en la irrelevancia, incluso aunque lleven el mejor hardware del mercado (algo que no han conseguido ni en PC). Salvo ideas revolucionarias, eo "X sistema es el futuro" de momento en el mundo móvil sólo ha sido una expresión válida en alguien que en 2009 tuviera un HTC Magic, porque el tiempo ha dado la razón.

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