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La creación de subsidiarias entre grandes corporaciones y startups ha comenzado. Es el caso de Telefónica Open Future y Scytl, que han aprovechado la cobertura del MWC, y en concreto en el 4YFN, para presentar Open Seneca.

Scytl, que en pocas palabras podemos decir que es una tecnológica que ha encontrado su nicho de mercado en los procesos electorales, ha virado su modelo de negocio para ampliarlo al de las encuestas a los ciudadanos. Open Seneca tendrá como objetivo vender plataformas a los ayuntamientos para que estos puedan realizar consultas y encuestas a sus población con un proceso riguroso y estándar. Al amparo de los últimos gobiernos regionales de carácter más popular es, posiblemente, la mejor idea que se le podría haber ocurrido a una startup de este tipo.

Esta empresa podría ser capaz de generar millones de euros de beneficiosLa empresa, que estará controlada en un 70% por Scytl y en un 30% por Telefónica se encuentra fondeada con 35 millones de euros. Además, esta no tiene intención de quedarse solo dentro de las fronteras españolas: Francia, Alemania y Latinoamérica también están en sus puntos de mira. Y, esto no es solo altruismo, en palabras de los representantes de Telefónica, esto supone un mercado de miles de millones de euros durante los próximos años.

La guerra de las elecciones quedó abierta cuando esta startup española, que pronto comenzará a cotizar en el Nasdaq colocándose como una de las más populares de nuestro país, consiguió arrebatarle el recuento de votos de las elecciones generales a Indra. Las elecciones ya no solo era una cuestión de a quién se vota o no, también se puede hacer negocio con la modernización electoral; pero eso solo ocurre cada cuatro años, por norma general, por lo que la estrategia de Scytl de seguir modernizando todos los procesos de participación ciudadana era también una necesidad. Por parte de Telefónica supone una oportunidad para lograr ingresos millonarios, además de apoyar la innovación como viene haciendo desde hace tiempo, añadiendo tambiénsu fuerza comercial. Aunque hay que reconocer que da un poco de miedo el hecho de que una gran empresa de telefonía esté en una entidad de encuestas populares da un poco de miedo.