Una de las distribuciones Linux más populares, Linux Mint, ha sido hackeada a través de su página web. La mayoría de usuarios que han descargado la distribución Linux Mint 17.3 Cinnamon Edition durante el 20 de febrero tienen una versión modificada, ya que las ISO que instalan dichas distros han incluido backdoors, como explican en NeoWin. Un backdoor o puerta trasera es un código incluido dentro del sistema operativo mediante el cual se abre una pasarela entre el atacante y el equipo para acceder a la información saltándose los protocolos de seguridad habituales.

Para los usuarios afectados, la solución pasa por hacer una copia de seguridad de la información personal, reinstalar el sistema operativo con una versión limpia y actualizada de la distribución, y cambiar todas las contraseñas que se hayan utilizado con la versión hackeada.

Los orígenes del ataque tienen sus indicios en Sofia (Bulgaria), y los tres posibles responsables ya están siendo investigados. De momento, poco más han podido explicar en Linux Mint, que sin quererlo han dado un pequeño argumento en contra de las backdoors, ahora que están en pleno debate a causa de la historia de Apple y el FBI.