Hace 11.000 millones de años, en un universo muy, muy joven (de apenas 2.700 millones de años) un lejano y poderosísimo agujero negro emitió una radiación inconmensurable. Era tal la energía que desprendía que a día de hoy, decenas de miles de millones de años después, todavía podemos ver la luz más antigua del universo hasta la fecha. Y todo gracias al observatorio Chandra X-Ray que orbita a nuestro planeta. Un observatorio que lleva sobrevolando nuestros cielos y tomando imágenes del espacio profundo desde 1999.
El B3 0727 + 409
Con este extraño nombre, B3 0727 + 409, se denomina al agujero negro autor de la luz más antigua del universo que hayamos detectado nunca. En concreto, la radiación fue emitida por un chorro (o jet) expulsado por el agujero negro supermasivo. Estos chorros, conocidos también como chorros relativistas, son enormes expulsiones de plasma, es decir, materia tan caliente que los átomos no se organizan, por lo que están formados por una "sopa" de protones, neutrones y electrones. Además, son muy energéticos. Para que nos hagamos una idea, se estima que pueden llevar tanta masa como un planeta del tamaño de Júpiter. Y esta masa viajaría al 99,9% de la velocidad de la luz. Son fenómenos tan violentos que gracias a los observatorios de rayos X, como el Chandra X-Ray, se pueden ver a través del espacio y el tiempo del universo.
El jet emitido por B3 0727 + 409 mide unos 300.000 años luz, el doble que nuestra galaxia (la Vía Láctea) al completo. Semejante monstruo, sin embargo, ocurrió muchísimo tiempo atrás, por lo que estamos observando el pasado remoto. De hecho, una de las cosas más antiguas que podemos observar. Para ello, el Chandra X-Ray toma imágenes en el espectro de rayos X y las combina con otros datos para obtener la imagen que podemos ver del jet. En este caso concreto, esta tarea es mucho más difícil porque por aquel entonces, los ecos del Big Bang, la radiación de fondo, todavía eran muy fuertes.
Chandra X-Ray, o cómo ver el pasado
Para poder observar un titán de hace 11.000 millones de años y que se encuentra, a todas luces, al otro lado del universo, el observatorio Chandra X-Ray porta varios instrumentos muy precisos. A pesar de que ya tiene casi 20 años, sus instrumentos no tienen nada que envidiar a algunos de los más sofisticados. Así, cuenta con un espectrómetro de imagen de alta definición, espectrómetros de alta y baja energía y una cámara de alta resolución. Pero, además, en esta ocasión ha necesitado algo de ayuda para fotografiar el jet. Para ello, los datos obtenidos por el Chandra X-Ray se han combinado con una imagen sacada del Digitalized Sky Survey, uno de los compendios celestes digitales más completos (si no el que más) y que se obtiene gracias a varios telescopios.
La imagen obtenida muestra un chorro unas 150 veces más brillante que uno de características parecidas
La imagen obtenida, entonces, muestra un chorro unas 150 veces más brillante que un chorro de unas características parecidas. ¿Por qué? Muy sencillo, hace 11.000 millones de años, como explicábamos, la radiación de fondo microondas, consecuencia del evento más grande jamás ocurrido (el Big Bang), era mucho mayor. Los fotones del chorro, casi a la velocidad de la luz, chocaban con un "mar" de radiación de fondo, produciendo un "brillo" mayor, y más fácil de detectar por el Chandra X-Ray. Así, a día de hoy podemos ver el chorro saliendo de una galaxia muy muy lejana y antigua con una claridad excepcional.
La importancia de un chorro
Si de por sí, el hecho de encontrar una imagen de algo tan antiguo no nos sorprende, los chorros relativistas todavía tienen mucho que decir. Por ejemplo, todavía es un misterio muy debatido cómo puede ser que estos fenómenos emitan rayos X visibles. Por otro lado, el comportamiento de la radiación, magnificado por la radiación de fondo, también es un hecho especial que nos cuenta cosas de cómo era el universo al principio de los tiempos. Otra cuestión importante es si los agujeros negros se comportaban igual antes que ahora. ¿Ha cambiado algo en las reglas físicas que conocemos durante todo este tiempo? Las cuestiones que se plantean ante semejante monstruo son muchas y complejas.
Por eso, un hallazgo como este realizado gracias al Chandra X-Ray, nos brinda la oportunidad de encontrar nuevas respuestas. Por ejemplo, ahora sabemos algunos detalles nuevos sobre los agujeros negros antiguos que nos permitirá, tal vez, encontrar nuevos cuerpos celestes. Toda la información recopilada, finalmente, nos permitirá mirar por una ventana hacia un pasado tan sumamente lejano que es imposible de imaginar. Y todo por tratar de saber un poco más sobre nuestro origen y el de todo lo que existe.