Hace un tiempo, Analía Plaza habló en su blog de "la invasión de las mamá-apps" en referencia a las aplicaciones que sustituyen a todo tipo de servicios domésticos e incluso van más allá: WashRocks para hacer la colada y plancharla, Comprea para hacer la compra y que te llegue a casa, o HomeJoy para limpiar la casa son algunos ejemplos. ¿Y si tuviéramos a mano algo que funcionase por encima de todas ellas? ¿Una suerte de mayordomo virtual que recoja todas nuestras peticiones en un único lugar, utilizando para ello otros servicios? Con esa misma idea nace Yexir, que en su eslogan deja muy poco a la imaginación: "pide lo que quieras por WhatsApp, 24/7".
¿Quién es Yexir realmente? La historia de la startup
Yexir es la marca comercial de Hello Umi S.L., una startup valenciana con denominación de origen china creada a finales de agosto de 2015. La historia no se entiende sin conocer la incubadora que está detrás: Demium, que promueve sin tapujos los *copycats*: acoge startups que replican modelos de negocio que han funcionado en otros mercados, como el asiático o el norteamericano. Y de ahí nace Yexir, de replicar el modelo de Magic, otra startup que básicamente tiene el mismo propósito que Yexir, pero en Estados Unidos y por SMS (los SMS son gratuitos allí desde "siempre").
Su fundador, de 24 años, ha comenzado con un flujo de trabajo totalmente manual para ir mejorando la tecnología de inteligencia artificial hasta lograr automatizar todos los procesos
Ahora mismo, en el centro de Valencia, frente a un El Corte Inglés y junto a la Apple Store de la capital del Turia, operan los diez empleados de Yexir. Cinco de ellos son lo que la empresa llama "samuráis", quienes se encargan de responder en WhatsApp a los clientes y gestionar los pedidos. Aparte, conviven el CEO, un responsable de marketing y un pequeño equipo de desarrollo.
Todo esto nos lo cuenta su CEO, Jiaqi Pan (24 años, deprímanse), quien también nos explica el porqué y el avance de la lista de espera, que en el momento de publicar este artículo ronda las 3.400 personas. "Que la lista de espera no pare de crecer es un problema para nosotros, no queremos que exista esa lista de espera, pero no podemos asumir tanta gente de golpe para no generar una mala experiencia de usuario". Con la misma paciencia que el Señor Miyagi para atrapar una mosca con palillos, nos va desgranando su modelo de negocio y su funcionamiento más allá de la capa visible que deja ver Yexir, su grifería, lo que ocurre fuera de la vista de sus usuarios mientras esperan a que llegue su petición.
Por supuesto, Yexir subcontrata la mayoría de sus servicios, con Glovo a la cabeza, aunque también cuentan con más partners: Mr. Jeff como lavandería a domicilio, Just Eat para comidas, o Deliveroo (sin partner, sólo de forma puntual) para comida de restaurantes fuera del programa de Just Eat, etc. Glovo, por cierto, es otra startup a la que le está yendo realmente bien. Arrancó en septiembre de 2015 con unos 800 pedidos mensuales y en enero de 2016 está en torno a los 2.000.
Volviendo a Yexir, sus cifras son algo más modestas: 1.000 usuarios registrados en la plataforma, y 2.000 pedidos acumulados desde que comenzó a funcionar. Yo le digo a Jiaqi que me hubiese gustado más que el servicio se llamase Geoffrey, él me responde que Yexir es una contracción adaptada de "Yes, sir", pero que parece que la gente no lo está entendiendo tan bien como esperaban. "Geoffrey era un win asegurado", pienso yo.
Cómo funciona
Primera premisa: Yexir no es de libre acceso. Cuenta con una larga lista de espera. En mi caso tuve que esperar unos tres meses hasta que por fin me llegó el mail invitándome a participar. Por poder, podría haber intentado acceder directamente como prensa, pero quería que la experiencia fuese lo más natural posible para un usuario cualquiera y no estuviese condicionada a que después se traduciría en un artículo. Tras activar mi usuario vía WhatsApp, empieza el contacto con Yexir, que me explica brevemente sus condiciones:
- Se lleva una comisión de entre el 4% y el 10% del valor del producto o servicio.
- Para consultas o gestiones, se lleva un coste fijo que depende del tipo que sea.
- Antes de proceder, resume el "pedido" y añade el precio final para recibir el ok.
¿Y el pago?
Los pagos se hacen mediante una pasarela de pago a través de un enlace HTTPS con encriptación de 128 bits. Su socio tecnológico para llevarlos a cabo es Stripe, el mismo que usan Kickstarter, InstaCart, Lyft o Pinterest. Cuando se realiza dicho pago, con tarjeta, automáticamente se recibe por correo una factura de Yexir y el justificante de la plataforma de pago.
Lo probamos
Primer pedido. Un entrenador personal de Madrid que cubra tanto entrenamientos de gimnasio como nutrición. Nos ofrece tres alternativas por debajo del precio solicitado, en Madrid. Todos los saca de una misma web, desde que se efectúa el pago hasta que se da la respuesta pasan dieciséis horas (viernes 19:30 h - sábado 11:30 h). Precio de la gestión: 2 euros.
Segundo pedido. Vamos a por un bien físico, tangible. Un pedido simple de Mercadona. Esta vez el pedido tardó algo más de la cuenta según lo prometido, llegó a las 12:09 h. Nada grave igualmente.
Tercer pedido. Una ración de una comida de un restaurante tailandés. Llega a tiempo, caliente, estado óptimo. Yexir, por cierto, va haciendo comentarios del pedido en tono humano, amable, desenfadado.
Mañana
Detrás de una cuenta de WhatsApp está el equipo de samuráis, pero también una plataforma que facilita la gestión en equipo de la misma, y sobre todo, la automatización. Yexir tiene unos cuantos saludos predeterminados que devuelve instantáneamente cuando se le habla: "Hola hola!", "Holi!" y demás. Poco más tiene automatizado, el resto del trabajo se hace totalmente a mano. Pero como dice Jiaqi, "si queremos crecer, esto es insostenible. Nosotros salimos al mercado con WhatsApp y un Excel, nada más. La idea es continuar trabajando en inteligencia artificial para mejorar las respuestas automáticas". Y a largo plazo, que la gran mayoría de flujo sea automático. No obstante, Jiaqi tiene claro que "el factor humano sigue siendo muy importante".
El modelo primario de Yexir es simple, pero insostenible. El futuro está en la automatización de la mayoría de procesos
Con esa misma mentalidad, más allá de hacer crecer Yexir, se ha puesto en marcha un servicio paralelo: Hello Umi, que comparte nombre con la empresa y funcionamiento con Yexir, pero está enfocado específicamente a viajes. Una forma algo más sencilla de desarrollar y probar un servicio con un porcentaje de automatización mucho mayor.
Nos despedimos de Jiaqi pidiéndole un punto de vista sobre el futuro de servicios como Yexir: "últimamente han aparecido bastantes más, muy similares, en todo el mundo. Todavía no somos apenas conocidos, pero somos muchos entrando a desarrollar este mercado. Cada vez se va a ver más este sistema, de apps que están integradas dentro de una plataforma de mensajería, de un chat, mucho más natural. Lo vemos hasta con WhatsApp, que recientemente se ha movido en este sentido, apuntando a los negocios, abriendo su plataforma." Postura que comparte nuestro compañero Álex Barredo en su serie de artículos "Hablando con robots".
El futuro de Yexir, como del resto de alternativas similares de aquí y de allá, pasará por ser sostenibles. Más allá de la perogrullada de primero de economía, esa sostenibilidad también pasará por la automatización de procesos que permitan soportar una alta cantidad de usuarios con cinco empleados, por seguir con el paralelismo de Yexir.