Atención. Spoilers.
Vuelve X-Files, y lo hace poniendo patas arriba mucho de lo establecido en las 9 temporadas anteriores. Algo necesario para poder restablecer narrativamente parte de la trama y dejar atrás puntos "cerrados" del final de la serie hace 15 años.
El episodio comienza poniendo a los espectadores en situación con una rápida secuencia de los momentos más importantes de la pareja protagonista durante sus años al frente de los expedientes X. Sin menciones al agente John Dogget —que, de momento, no aparecerá en esta décima temporada— ni a la agente Mónica Reyes y nos lleva directo a un accidente de un OVNI en el pasado, donde un científico médico es transportado para analizar los restos.
Un salto rápido al futuro nos trae las primeras imágenes del duo en la época actual, donde conocemos a Ted O'Malley —Joel McHale (Community, The Soup)— un rico y excéntrico presentador de televisión que no tiene ningún problema en hablar de conspiraciones para una tercera guerra mundial y abducciones alienígenas en su programa. O'Malley los lleva a ver Sveta —Annet Mahendru (The Americans)— una víctima de múltiples abducciones que ha sido utilizada para concebir más bebés híbridos.
Mientras Scully analiza el ADN de Sveta en búsqueda de trazas de "ADN alien", O'Malley y Mulder se dirigen a ver una réplica de nave alien, reconstruida por un secreto grupo de científicos que desvelan que utilizan "energía del punto cero" como combustible.
Tras hablar con Sveta y el científico que analizó el alien de Roswel, ahora anciano. Mulder vuelve a su antigua oficina a hablar con Skinner. Está convencido de que la conspiración alien no era real, que el gobierno no estaba trabajando para evitar una invasión alien, ni colaborando con ellos. La conspiración secreta estaba realmente realizada por humanos, y todo había sido hábilmente teatrizado para parecer parte de una conspiración alien. Los alien, simplemente habrían sido usados por su tecnología durante 70 años, por este grupo para hacerse con las riendas del Estados Unidos, y después del mundo.
Dana no está para nada de acuerdo con esta nueva conspiración, y acusa a Mulder y O'Malley de querer meter miedo a la sociedad. Cuando O'Malley se dispone a publicar sus investigaciones, un grupo de militares entra en el complejo donde se encuentra la réplica de nave alien y la destruye junto a los ingenieros que la crearon. Poco después, el canal online de O'Malley deja de estar disponible online, y Sveta es entrevistada en la calle contando como fue forzada a mentir.
Es entonces cuando Dana confiesa la verdad a Mulder: ella y Sveta tienen trazas de ADN alien en su genoma, pero lo había ocultado en espera de mejores resultados, y sospecha que el hijo que tiene en común con Mulder también pueda tenerlo. La conversación es interrumpida por una llamada de Skinner que solicita verlos inmediatamente y vemos como una nave detiene el coche de Sveta, mientras huye por la noche, y lo destruye con ella dentro.
El episodio finaliza con la aparición de Spender, el fumador, anunciando de forma preocupante que "han reabierto los X-Files".